Para impulsar un cambio de modelo de desarrollo se requiere pasar del actual sistema presidencialista a un régimen parlamentario afirmó el diputado Avelino Méndez Rangel (PRD), integrante del Comité del Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA).

Al participar en la conferencia magistral: Soberanía Alimentaria, organizada por el CEDRSSA, que cumple seis años de existencia, opinó que las Cámaras de Diputados y Senadores son las que deben decidir las políticas públicas; tener un parlamento fuerte que retome muchas de las atribuciones que tiene el Ejecutivo.

“En México los legisladores nos negamos a ser poder; nosotros tenemos el poder, pero como está estructurado no se puede ejecutar”.

¿El Legislativo puede hacer algo para lograr un cambio de modelo económico?, se le interrogó y respondió que es difícil en el actual régimen que no es parlamentario.

“Los legisladores aprobamos los presupuestos, pero legalmente quien dicta la forma del ejercicio es el Ejecutivo y yo lo señalaba en este presupuesto para 2011, nos podemos poner de acuerdo los 500 diputados para cambiar el modelo, aunque si nosotros hacemos algo totalmente distinto a lo que mandata El Ejecutivo, nos los veta, no pasa”.

No obstante, en el decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2011 hay modificaciones que representan un avance, ya que van a obligar a que los recursos de los programas del campo se destinen oportunamente y tengan alcance para los pequeños y medianos productores y no sólo a los grandes; ello a través de nuevas Reglas de Operación que dejan de ser restrictivas y complicadas.

En su participación, el investigador titular y coordinador de Análisis Macroeconómicos y de Coyuntura del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM, José Luis Calva, dijo que México debe dejar de ser el último Samurai del neoliberalismo en virtud de que organismos internacionales como el Banco Mundial y la ONU reconocen que el mercado no va a resolver todo, cuando hace años era su tesis central inamovible.

“El neoliberalismo va hacia atrás, hay una revisión crítica de este modelo económico por parte de la mayoría de gobiernos del mundo, inclusive por el de Estados Unidos que era su primer impulsor, el cual ya dio un primer paso social donde los bancos comerciales ahora son de su propiedad y ha realizado rescate de armadoras y fabricantes de la industria automotriz; en esto México debe reflexionar”, dijo el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SIN).

Es paradójico que se sigan aplicando recetas que ya ningún país ejecuta, destacó.

En su conferencia magistral Otro cambio es posible, destacó que actualmente se importan alimentos por 25 mil millones de dólares, cuando se pueden producir en el país porque se cuenta con recursos naturales suficientes.

Puntualizó que se requiere de cambio de políticas agrícolas si se quiere que el campo se levante, tales como las de fomento agropecuario donde haya un sistema de precio garantía, seguro agrícola, aumento de inversión a investigación y transferencia tecnológica, programas de extensionismo, crédito fresco y oportuno con bajas tasas de interés.

Especialmente se debe apoyar a pequeños productores, que representan poco más del 80 por ciento del total, ya que incluso en su último informe agrícola el Banco Mundial señala la importancia de atender de manera decidida a ese sector para resolver de manera eficaz el problema de la desigualdad en el campo y las urbes.

Con el actual modelo económico -que lleva 30 años- hay 50 millones de mexicanos en pobreza alimentaria y en la zona rural 25 millones de campesinos en pobreza extrema, tanto alimentaria y patrimonial.

La bonanza en el campo sí se puede, sólo hay que aplicar políticas adecuadas, prueba de ello fue la época del llamado “Milagro Mexicano”, modelo que incluso La India retomó y que ahora ha logrado su soberanía alimentaria.

Este sistema logró que desde mediados de los años 60 y hasta principios de los 80 la economía creciera a un ritmo del 6 por ciento anual y que el sector agrícola lo hiciera en 5 por ciento al año; entonces el campo aportó la mitad de las divisas que incluso permitieron el financiamiento de la industria para generar bienes de capital.

Desafortunadamente en los 80 se eliminaron los precios de garantía que eran un soporte de ingreso objetivo para los hombres del campo.

Manuel Angel Gómez Cruz, investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo, indicó que hace unos días la FAO informó que habrá una nueva alza en los precios de alimentos y que los años críticos serán 2011 y 2012 y recomendó a los países pobres incrementar sus siembras. De ahí la urgencia de cambio de modelo de desarrollo para el campo.

Finalmente dijo que “desde hace 30 años se dejaron de aplicar políticas exitosas de fomento al campo para producir los alimentos que requiere la población y además exportar; ello no sólo es tarea del Ejecutivo y Legislativo, sino también de los productores”.

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