El diputado Alberto Cinta Martínez, presidente de la Comisión Especial para la Competitividad, al inaugurar La Mesa de Discusión y Análisis sobre las restricciones e incentivos a la Innovación en México, señaló que en materia de competitividad México perdió 20 lugares en los últimos 10 años, colocándose en el lugar 78 de 139 economías.

Dijo que de acuerdo con el reporte de Competitividad del Foro Económico Mundial, las principales limitantes del país son la deficiente inversión en las compañías de investigación y desarrollo, la falta de vinculación entre las universidades y la industria, la baja generación de ingenieros y científicos y niveles muy bajos de generación de patentes.

Refirió que sólo una de cuatro empresas realiza actividades de desarrollo e investigación y de ellas únicamente el 1.4 por ciento lo hace en vinculación con universidades. “En México no hemos enfocado lo suficiente nuestras políticas públicas, esfuerzos y recursos en este sentido”.

Dijo que es indispensable explorar reformas legislativas que permitan mayor vinculación entre las universidades y los centros de investigación, impulsar los investigadores, así como eficientar y transparentar los recursos públicos destinados a la ciencia, tecnología e innovación.

Gustavo Meixueiro Nájera, director de Desarrollo Regional del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), señaló que según una consulta realizada por esta institución, para maximizar la inversión pública y privada en innovación los especialistas sugirieron que se debe dar mayor respaldo a investigación y proyectos de desarrollo a través de fondos.

En este sentido, precisó que se podría canalizar más proyectos a fondo perdido, realizar grupos especializados para generar proyectos, crear redes entre los centros de investigación, mayor difusión a la labor que realizan los investigadores y formar centros de transferencias de tecnología.

La subsecretaria de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía, Lorenza Martínez Trigueros, afirmó que se requiere un marco regulatorio que incentive a los investigadores para que generen conocimiento innovador, así como impulsar un mercado nacional o internacional que evalué los productos y servicios. “De no fomentar la innovación, no vamos a generar el crecimiento económico y el nivel de vida de nuestro país”.

Subrayó que con el programa Nacional de Innovación, se busca tener una estrategia que considere a la investigación y desarrollo como prioridad nacional, que focalice esfuerzos en áreas de mayor impacto y mecanismos de coordinación, así como mecanismos de rendición de cuentas.

En su oportunidad, el coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, Juan Pedro Laclette, dijo que la Ley de Ciencia Tecnología e Innovación se ha convertido en un texto aspiracional, “se necesitan modificar las leyes y normas para que sean eficaces creadoras de instrumentos para la innovación”.

“Necesitamos instrumentos jurídicos que lleven mecanismos de observancia, de tal manera que se conviertan en mecanismos efectivos para la creación y regulación de procesos de vinculación”.

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