La Comisión de Energía que preside Felipe de Jesús Cantú Rodríguez (PAN) prepara un dictamen a la iniciativa que reforma la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, para facilitar la creación de pequeñas hidroeléctricas, con el fin de democratizar la generación de electricidad y que no sólo participen grandes inversionistas.

Dijo que el diputado Juan José Guerra Abud (PVEM) es el promovente de la iniciativa que ya cuenta con el respaldo de todos los grupos parlamentarios.

De aprobarse esta iniciativa se abaratarían entre 20 y 50 por ciento los costos a la Comisión Federal de Electricidad, municipios y consumidores, indicó.

Explicó que la energía producida por corrientes de agua es la más económica en el país, lo que permitiría a pequeñas industrias y consumidores reducir sus costos y tener mejor capacidad de desarrollo.

Cantú Rodríguez mencionó que próximamente se someterá al pleno de la Cámara de Diputados, el dictamen a la iniciativa que busca facilitar la generación de energía en pequeña escala, ya que por razones de seguridad nacional, la legislación establece que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es la única que puede distribuir la electricidad.

De esta manera será posible la autogeneración y generación en pequeña escala; si hay excedentes, el fluído sería vendido a la CFE.

Hoy sólo los grandes inversionistas tienen acceso y lo que se quiere es democratizar la producción de energía, subrayó el legislador.

Indicó que la capacidad de instalación de este tipo de plantas en el país es enorme, dado que pueden operar durante 8 meses del año por los escurrimientos de ríos, específicamente la época de lluvias.

“El periodo de secas” es de unos cuatros meses en promedio, por lo que las minihidroeléctricas tendrían que parar operaciones en ese lapso, pero aun así siguen siendo rentables.

Este proyecto sería factible en la mayoría de los estados; sin embargo, en algunos no convendría como Sonora y Chihuahua, porque el flujo de agua es limitado, casi no hay ríos caudalosos, lo que no permitiría que fuera rentable para producir la suficiente energía, puntualizó.

Los gastos para las pequeñas hidroeléctricas tienen un retorno de inversión de corto plazo y en el futuro estos pequeños empresarios tendrán energía casi gratis, a partir del momento que amortizan lo que erogaron en estas plantas.

Una ventaja adicional es que este tipo de equipos tendría la posibilidad de ser producido en lo local, de tal manera que se incentiva la industria nacional.

Estas hidroeléctricas, expuso, pueden participar en ayuntamientos que también tienen un alto consumo de electricidad en sus alumbrados públicos, y al abastecerse con una energía más barata tienen capacidad de utilizar el dinero que se ahorren en otros proyectos sociales y en infraestructura en las zonas más pobres.

Ejemplificó que un pequeño empresario de Chihuahua puede ubicar una hidroeléctrica en Chiapas, sólo que la CFE le cobraría la conducción, es decir, el consumidor puede estar en cualquier parte del país.

CFE es el único que puede distribuir el fluido eléctrico, de acuerdo con lo que estipula la Constitución, por razones de soberanía; la paraestatal cobra por la conducción y uso de su infraestructura, lo que técnicamente se conoce como porteo.

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