• Divertirse con el dolor de los animales, como las corridas de toros, inadmisible, dijo la diputada

En el Foro “Retos y realidades de la protección animal en México: Hacia una legislación para la protección y el bienestar animal”, diputadas, especialistas y asociaciones protectoras se manifestaron por una mejor legislación y políticas públicas, a fin de que el trato hacia los animales sea más caritativo y lejano al sufrimiento.

La diputada Gabriela Cuevas Barron (PAN) expresó que la protección y el bienestar animal son asunto de ética colectiva y no puede circunscribirse a problemas de carácter ambiental o de salud pública.

Indicó que las leyes deben crear la necesidad de conformar una conciencia ciudadana mediante la inclusión de estos temas en los planes y programas del sistema educativo.

Todos los animales, puntualizó, se encuentran en estado de vulnerabilidad frente al maltrato, abandono e incluso la muerte injustificada por parte de sus tenedores, por lo que la legislación no solamente debe estar enfocada a proteger especies exóticas o en peligro de extinción.

“Debemos emprender y transitar hacia una cultura del respeto de los derechos de los animales; es necesario considerarlos en su condición de seres vivos que merecen un trato digno”.

Precisó que una de las soluciones al problema de la sobrepoblación es el control natal y la promoción de programas de adopción, evitando su exterminio cruel, así como las potenciales afectaciones a las personas y a sus bienes.

De la Asociación Mexicana por los Derechos de los Animales, A.C., su presidente, Gustavo Larios Velasco, destacó que en el marco de violencia que vive el país existe una gran laguna legal respecto de las agresiones contra los animales cuando son utilizados con fines de espectáculo.

Expresó que México es uno de los ocho países que permite las corridas de toros. “Si algo no se puede justificar en la utilización de animales es el divertirse a costa del sufrimiento y del dolor; lo que menos necesitamos es palabrería del mundo taurino de que es arte, cultura y que se debe preservar”.

Se manifestó para que el Legislativo termine con los espectáculos con animales y dijo que se trabaja con la Comisión Nacional de Derechos Humanos para que se prohíba la asistencia de niños a éstos eventos. “No podemos tener una nación pacífica si seguimos torturando a los animales”.

Marina Mercado, vocera de las Asociaciones Protectoras de Animales de México (APASDEM), dijo que en los sistemas educativos del país no se encuentra una política de concientización, trato digno, respeto y protección a los animales.

Destacó que el ciclo de violencia empieza con la crueldad hacia los animales y puede establecerse una vinculación del maltrato animal hacia el de personas. “La educación es el elemento fundamental del desarrollo de las conductas de los individuos y es el sistema preventivo del comportamiento de las personas”.

Algunos actos de crueldad hacia los animales durante la infancia, puntualizó, son una imitación de la violencia de la cual el niño es víctima o testigo. México ocupa uno de los primeros lugares de crueldad hacia los animales en el mundo, prueba de ello son las corridas de toros.

Víctor Hirales, Director Jurídico General de APASDEM, detalló que las autoridades y sociedad tienen diversos discursos basados en cuestiones teológicas y ajenos a los paradigmas de la racionalidad, “se nos habla de que son usos y costumbres los espectáculos de asesinato y tortura hacia los animales”.

Señaló que México se caracteriza por tener los primeros lugares en maltrato contra los animales. “Por qué no luchar encarnizadamente por ser un país de vanguardia mundial en el cuerpo normativo y de protección de los animales”.

A su vez, activistas de AnimaNaturalis México, de Naturanimales México, así como de Mundo Patitas, pidieron a los legisladores emprender reformas que permitan acabar con las corridas de toros o regularlas, ya que de las ocho naciones donde se practica la tauromaquia nuestro país es el único sin legislación alguna.

También solicitaron que los espectáculos con animales sean regulados; se reglamenten los circos a través de mayores medidas sanitarias y de protección y se apoyen con recursos a los albergues para los animales en situación de calle.

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