• Beneficiaría a 12 millones de indocumentados
El diputado Marcos Carlos Cruz Martínez (PRD) pidió exhortar al titular del Poder Ejecutivo federal para que en uso de sus facultades realice los mejores oficios para alentar una reforma migratoria integral y humana en Estados Unidos de América.

Organizaciones de migrantes aspiran a que en los dos primeros años del gobierno de Barack Obama se alcance una reforma integral y humana para cerca de 12 millones de indocumentados, que exigen facilidades para trabajar y se les otorgue la posibilidad de acceso a las ciudadanía para quienes ya están en Estados Unidos sin residencial legal.

A través de un punto de acuerdo, el diputado solicitó a la Secretaría de Relaciones Exteriores formular un llamado a las autoridades competentes de Estados Unidos para que se respeten los derechos humanos y al trabajo digno de los migrantes.

Dijo que se espera que la cancillería se exprese sobre el particular y apoye el esfuerzo de millones de mexicanos migrantes que actualmente luchan por su derecho al trabajo digno y por el respeto a sus derechos en Estados Unidos.

Argumentó que organizaciones pro migrantes de Estados Unidos de América iniciaron el lunes 15 de marzo un recorrido de la “marcha migrante”, en su cuarta edición.

La travesía duró dos semanas. El reclamo más urgente es que se ponga fin a las redadas y las deportaciones contra trabajadores indocumentados y se detenga la construcción del muro fronterizo, expuso.

La economía norteamericana se encuentra en sus peores momentos, ya que actualmente son decenas de miles de trabajadores estadounidenses que se han sumado a las filas del desempleo, por lo que parece el mejor momento para que el presidente Barack Obama facilite a los inmigrantes su ingreso legal al mercado laboral, consideró Cruz Martínez.

Mencionó que enfrentados a la pobreza y la falta de oportunidades en sus países de origen, millones de trabajadores se han visto forzados a buscar un nuevo modo de vida en sociedades más prósperas.

Señaló que la construcción de barreras físicas complementadas con el uso de sofisticadas tecnologías de seguridad emerge como la disposición de control migratorio más socorrida.

Estas barreras sirven para satisfacer los intereses de ciertos sectores sociales y políticos de Estados Unidos mediante la exacerbación de sentimientos nacionalistas y xenófobos, indicó.

Lejos de frenar la migración, la construcción de muros en las fronteras de países receptores genera costos exorbitantes, tanto materiales como sociales, para las poblaciones y comunidades de ambos lados; además de que orilla a los migrantes a desplazarse por nuevas y peligrosas rutas donde un número mayor de personas encuentra la muerte.

Hechos como la vecindad geográfica, las asimetrías económicas y sociales, los procesos de integración económica y los crecientes intercambios comerciales entre ambos países, alientan esas corrientes migratorias, expuso.

Cruz Martínez, enfatizó que desde 1950, el gobierno estadounidense ha generado diversos mecanismos y leyes con controles para reducir el ingreso de migrantes en momentos en los cuales su economía se encuentra en proceso de reajustes.

La dureza de estas medidas –destacó- violan los derechos humanos de los migrantes ante la incapacidad del gobierno mexicano de presionar por el respeto de sus connacionales.

Se ha presentado un aumento de la migración en las últimas décadas, lo que ha traído como consecuencia una serie de problemas que tienen que ser encauzados de forma multidimensional para garantizar una migración ordenada, que impida la explotación de migrantes y salvaguardar sus derechos humanos.

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