Al comparecer ante diputados y senadores integrantes de la Segunda Comisión de la Permanente, el representante de la Comisión Internacional de Límites y Aguas México-Estados Unidos, Roberto Fernando Salmón Castelo, informó que los sismos registrados en Baja California dañaron la red hidráulica Río Colorado, por lo que nuestro país enfrenta dificultades para recibir todo el volumen de agua que le asigna anualmente el Tratado sobre Distribución de Aguas Internacionales.

Por ello, dijo, se firmó el acta 318 para que Estados Unidos guarde 100 millones de metros cúbicos anuales durante tres años, en tanto el gobierno de México logra reconstruir toda la red de canales para distribuir ese volumen anual.
El senador Rubén Fernando Velázquez López, presidente de la Comisión, explicó que el acta fue firmada con Estados Unidos el 17 de diciembre de 2010, por lo que es muy importante tener la información de la negociación que hizo la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) de México con Estados Unidos.

El comisionado Salmón Castelo aclaró que cada año, Estados Unidos tiene que entregar mil 850 millones de metros cúbicos, de los cuales se estima que México no podrá utilizar productivamente 100 millones de metros cúbicos y se tienen dos opciones: dejarlos correr al mar con las ventajas ambientales que eso pudiera traer o decirle a EU que los retenga por un tiempo, es decir guardar 100 millones anuales durante tres años.

El senador Fernando Castro Trenti (PRI) señaló que surgen algunas preocupaciones sobre esta determinación, como el que Estados Unidos no haga la entrega correspondiente de los 320 millones de litros de agua.

Salmón Castelo aseguró que con el acta 318 México se beneficia, porque flexibiliza el manejo de las aguas que le asigna el tratado, aprovecha sin costo la infraestructura hidráulica estadounidense, pues en México no se cuenta con obras de almacenamiento para guardar los volúmenes que no se van a utilizar.

Precisó que el acta prevé que nos puedan entregar agua en cuanto la infraestructura esté terminada, lo que sucederá a finales del 2011, por lo que se pudiera empezar a recibir el agua en 2012.

Subrayó que en caso que se apliquen reducciones a México por sequía en la cuenca, de acuerdo al tratado, estos volúmenes pueden utilizarse para compensar esa reducción que se le pueda hacer a México y verse menos afectado por la escasez del agua.

El acta 318 le permite ajustes al calendario de entregas y habilita a México para obtener un mayor beneficio del agua ya sea en el uso ambiental o en otros usos; otra de las características es que no ata a México a su uso, porque puede o no hacer uso de esta acta, dijo.

Salmón Castelo precisó que los aspectos que se tienen que considerar si se utiliza o recurre al acta 318 es que se tiene que asumir un 3 por ciento de costo por pérdidas de evaporación; programar la entrega de volúmenes de acuerdo a los máximos y mínimos fijados en el tratado para cada mes y no detonar o agravar las condiciones de escasez o de recortes en los Estados Unidos.

La senadora María del Socorro García Quiroz (PRI) mencionó que de acuerdo con datos del gobierno de EU, se estima que las reservas de la cuenca del río Bravo, principal fuente de agua para Baja California, han caído a 55 por ciento de su capacidad desde el 2000, por lo que es necesario analizar este pacto bilateral, ya que la restricción de más de 300 millones de metros cúbicos de agua puede resultar en otro duro golpe a la economía de los estados fronterizos.

Cuestionó los alcances de las medidas adoptadas, la forma en que éstas serán implementadas y los plazos fijados para ello, “Queremos saber la manera en que estas disposiciones van afectar el desarrollo de la región fronteriza y su impacto en la economía de los productores agrícolas y los habitantes de las zonas urbanas”.

El senador Sebastián Calderón Centeno (PAN) consideró que otros temas a tratar son los relacionados con las cuencas del río Bravo o el río Tijuana, además de otros tratados bilaterales con la frontera sur.

El comisionado Salmón dijo que hay otra CILA entre México y Guatemala y Belice, y ellos son los que desde hace años están tratando de conjuntar la información necesaria para suscribir la firma de un tratado.

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