La Comisión de Relaciones Exteriores y el Grupo de Amistad México-Egipto realizaron este jueves la mesa redonda La crisis en Egipto, en la que diputados y expertos analizaron las causas geoeconómicas, políticas y sociales, además de las posibles consecuencias del conflicto en aquel país.

El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, diputado Porfirio Muñoz Ledo, explicó que lo que ocurre en el mundo árabe es algo que debe ser tomado en cuenta por todo mundo, ya que el origen de la crisis tiene que ver con la modernización de un sector importante de la población.

“Tiene que ver con la juventud, con demandas que son universales como el empleo, el salario, la alimentación, la libertad de información, las libertades públicas en general. Tiene que ver con el Internet, porque es la primera revuelta por Facebook y Twitter, lo que es muy importante”, precisó.

En tanto, la diputada Rosalina Mazari Espín (PRI), presidenta del Grupo de Amistad México-Egipto, destacó que la pobreza y la desigualdad son problemas que enfrentan todos los países, y lo que hoy vive Egipto puede repetirse en países latinoamericanos, incluido el nuestro.

“Es algo que nos debe de preocupar; es cierto que México es un país de instituciones y que de alguna manera nos brinda una cierta calma; pero si las cosas no mejoran y seguimos teniendo las crisis de empleo, se mantiene la pobreza y el hambre, se podrían generar descontentos sociales y la inestabilidad política”, destacó.

Agregó que Egipto, por la pobreza que tiene, puede entrar en una guerra mucho más sangrienta y “eso debe preocuparnos por las repercusiones que tiene o tendrá en todos los continentes, toda vez que la desigualdad social es similar y se generan inconformidades”.

Aseguró que “a todo mundo le conviene que el conflicto tenga un cauce pacífico, con amplias reformas económicas y libertades políticas. Sabemos que si Egipto entra a una lucha armada larga sobrevendrá un nuevo replanteamiento económico mundial y tendrá repercusiones en nuestro país”.

En tanto, el embajador y académico de El Colegio de México, Eugenio Anguiano Roch, así como Saúl Escobar, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, coincidieron en que el movimiento social tuvo, entre otros elementos de agitación, la pobreza, el desempleo, la desigualdad social y la escasa libertad política.

Argumentaron que lo que ocurre en Egipto debe ser considerado por México, como una lección que se tiene que aprender para adecuar las políticas públicas.

En la reunión también participaron los investigadores y expertos en el tema, como Alfredo Jalife Rame, de la Universidad Nacional Autónoma de México, y Farid Kahhat, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), quienes expusieron los orígenes geopolíticos, económicos y sociales del conflicto.

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