• El tema debe ser tratado con el mayor cuidado: Ramírez Marín

• Hay asimetrías que requieren ser analizadas: Gerardo Sánchez

Diputados de las comisiones unidas de Agricultura y Ganadería y de Desarrollo Rural, así como representantes de organizaciones del sector campesino, se manifestaron en contra de los acuerdos comerciales de México con Brasil, Colombia y Perú, al considerar que sería un suicidio para el sector agropecuario y un riesgo para la seguridad nacional dadas las asimetrías competitivas y por los pocos o nulos controles fitozoosanitarios de esos países.

En el marco del foro plural: Conveniencias e inconveniencias de acuerdos comerciales de nuestro país con Brasil, Colombia y Perú, en el que participaron organizaciones del sector agrícola, así como representantes del gobierno federal y el presidente de la Cámara de Diputados, los legisladores Cruz López Aguilar y Gerardo Sánchez García, coincidieron en que Brasil no representa ninguna oportunidad para el sector agropecuario por las asimetrías de los recursos naturales, de producción y competitividad.

Brasil, abundó Cruz López, presidente de la Comisión de Agricultura, está programado para convertirse en el gran exportador del mundo y negociar un acuerdo comercial o un tratado comercial que incluya al sector agropecuario, por la experiencia que hemos tenido con América del Norte, nos obliga a suponer que cometeríamos una barbaridad, que sería una especie de suicidio aceptarlo y pondríamos en riesgo la seguridad nacional.

Este país sudamericano, dijo, se ha caracterizado por la aplicación de prácticas proteccionistas. “Es decir, por imponer un sistema opuesto al libre cambio, que protege su producción, excluyendo, con la prohibición directa, la entrada de determinados productos extranjeros, favoreciendo por otros medios su producción nacional.

Además, agregó, dispone de pocos o nulos controles fitozoosanitarios que permitan garantizar la sanidad o inocuidad de sus exportaciones, amén de que no respeta los compromisos negociados ni las denominaciones de origen e impone impuestos internos por circulación de mercancía.

Ante los representantes de productores rurales, ganaderos, integrantes del Consejo Nacional Agropecuario, funcionarios del gobierno federal, entre ellos el director en jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agropecuaria (Senasica), el legislador Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados manifestó que el tema debe ser tratado con el mayor cuidado porque el del campo es un asunto relacionado con la seguridad nacional.

Sabemos, dijo, que Brasil es una incógnita y por lo tanto no podemos comportarnos de manera irresponsable en un tema tan delicado, que atañe a la estabilidad económica de México y, sobre todo, por la fragilidad del sector agrícola de nuestro país. “En todos nuestros estados tenemos pobreza derivada por no hacer bien las cosas en el campo”.

Ramírez Marín destacó que a la fecha nos ha ido bien con algunos productos de Colombia, pero podemos sufrir una tragedia peor que la de un huracán con productos de Perú y una más de gravísimas consecuencias si no medimos bien nuestros pasos con Brasil”.

Finalmente, recomendó que tanto el sector agropecuario como el gobierno federal mantengan la interlocución no únicamente en el tiempo presupuestal, sino elaborar y discutir proyectos conjuntos como en este caso.
Por su parte, el diputado del PRI, Gerardo Sánchez García, secretario general de la Confederación Nacional Campesina, expuso que el tema de los tratados de libre comercio con Brasil, Colombia y Perú puede ser interesante siempre y cuando quede excluido el sector agropecuario en el caso de Brasil y de algunos productos agropecuarios en el caso de Colombia y Perú.

Indicó que la apertura comercial entre naciones puede ser conveniente y cooperativa cuando hay ayuda mutua y existe la voluntad de llegar a negociaciones benéficas y no que signifiquen avasallamiento o retrocesos en lo logrado todo por cumplir un compromiso bilateral.

Dijo que existe una obsesión del gobierno federal de no querer excluir el sector agropecuario en el caso de Brasil cuando las asimetrías son enormes y las medidas fitozoosanitarias pueden ser una regresión para el país.

Por lo que respecta a Colombia, abundó, al igual que Brasil dispone de pocos controles fitozoosanitarios y padece plagas y enfermedades que en nuestro país ya no existen, tales como la fiebre aftosa, que daña principalmente la economía ganadera.

“Se está pretendiendo en esta ampliación del Acuerdo Comercial otorgar cupos a la carne de bovino, lo que pondría en riesgo al hato ganadero mexicano. Si se presenta un solo caso de fiebre aftosa se cerrarían de inmediato las exportaciones a Japón, Corea del Sur, Rusia, Puerto Rico y Estados Unidos, entre otros”.

Finalmente, indicó que Perú padece de igual forma plagas y enfermedades en sus productos agrícolas, como la mosca del mediterráneo, la palomilla barrenadora de hueso y el piojo harinoso, además de que existen prácticas desleales, que es el caso de la triangulación y contrabando de productos sensibles a estas plagas.

Al fijar la posición del gobierno federal, Humberto Jasso Torres, director general de análisis y seguimiento a tratados comerciales con América Latina de la Secretaría de Economía, reconoció que aún existen muchas incógnitas con Brasil, sin embargo, pidió no prejuiciar sobre lo que puede ser favorable o desfavorable y abordar el asunto con cautela.

Por lo que respecta a Colombia, dijo que aunque es un mercado importante para nuestras importaciones, éste tiene un problema fitozoosanitario en varios de sus productos que hacen difícil su ingreso.

Ante la pretensión de que se quiten los aranceles a productos que no están libres de enfermedades indicó que México ha sido firme y lo seguirá siendo en torno a no ligar el tema impositivo con lo sanitario. “Se ve muy complicado que violentemos ese principio”.

Por su parte, Enrique Sánchez Cruz, director en jefe del Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agropecuaria (Senasica) coincidió en que: “la sanidad agropecuaria no se negocia. La sanidad tiene bases científicas y técnicas que en el ámbito comercial el país que quiere comprar o vender tiene que demostrar que las condiciones sanitarias las cumple”.

Agregó que la tarea del Senasica es analizar los riesgos que el mercado pudiera tener y en torno de los tres países con los que se pretende alcanzar un acuerdo, “si alguno tiene aftosa, no hay negocio”.

Juan Carlos Cortés García, presidente del Consejo Nacional Agropecuario argumentó que México no está en contra del libre comercio, sin embargo, indicó que no habría nada de provechoso un tratado de libre comercio con Brasil, Colombia y Perú y si en cambio habría riesgos.

Destacó que los actuales son tiempos que nos obligan a tomar decisiones responsables e inteligentes, ya que se pronostica que para 2050, la producción de granos en el mundo caerá entre 8 y 20 por ciento, por lo que las recomendaciones de organismos internacionales van enfocadas para que los gobiernos nacionales instalen políticas públicas encaminadas a la generación de alimentos.

Por ello, manifestó su preocupación por “la decisión unilateral de la Secretaría de Economía” en torno a la firma de los tratados comerciales con países de Sudamérica.

A su vez, el presidente de la Confederación Nacional Ganadera, Osvaldo Cházaro Lara, dijo que los procesos para cualquier tratado de libre comercio, como es el caso de Sudamérica, deben contar con un principio fundamental que es cuidar el interés nacional.

Ese principio, aseguró, lo han aplicado los países que han firmado algún acuerdo con México, tal es el caso de Canadá y Estados Unidos, que salvaguardaron su sector agropecuario. De darse un acuerdo con Brasil, dijo se pondría en riesgo el inventario ganadero nacional y la producción.

Durante la participación de los diputados, Víctor Galicia Ávila, refirió que lo expuesto por los participantes son un argumento sólido para decir “no al tratado de libre comercio con Brasil, Colombia y Perú”.

Mencionó que al igual que con la firma del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) el gobierno federal invita al sector agropecuario, sin embargo, todos los argumentos que se exponen no son tomados en cuenta y se termina tomando decisiones unilaterales. ¿Por qué no continuar con las prácticas de comercialización que ya se tienen? Un tratado con los tres países sudamericanos nos llevaría a la misma situación que con Estados Unidos.

En tanto, Alberto Jiménez Merino subrayó que tras los argumentos emitidos por los propios productores, el Legislativo debe respaldar su oposición a los tratados comerciales con Brasil, Colombia y Perú.

“La recomendación tendrá que ser que no es tiempo y no a la firma de los tratados comerciales con estos países”.

El diputado Arturo Torres dijo que México no puede estar cerrado a los tratados comerciales, sin embargo, tenemos una experiencia muy desagradable con el que se firmó con América del Norte en el que entramos a un comercio con mucha desigualdad y hoy lo lamentamos, por lo que es inconveniente firmar acuerdos con esos países de Sudamérica.

Mientras, Fermín Montes Cavazos se manifestó en contra de los acuerdos con Brasil, Colombia y Perú, al considerar que de poco o nada han servido los tratados ya firmados por México.

“¿Qué buscamos cuando firmamos un tratado o un acuerdo comercial? Dos cosas, mejorar el consumo, que se tenga acceso a productos baratos y de buena calidad y aumentar la competitividad de nuestros productores, sin embargo, no hemos conseguido ni una cosa ni otra”.

Al término del foro, los legisladores concluyeron que antes de abrir nuevos acuerdos comerciales, éstos se deben de analizar a profundidad, toda vez que no se han aprovechado los ya existentes ni evaluado sus resultados.

“Debemos de impulsar medidas de políticas con visión de mediano y largo plazos, que nos permitan mejorar de una manera clara y precisa, la competitividad del sector agropecuario”, destacó el diputado Cruz López Aguilar.

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