El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó con 414 votos un dictamen que sanciona y aumenta penalmente el acoso sexual que se realice sobre persona de cualquier sexo con motivo de sus relaciones laborales, docentes, domésticas o cualquier otra, con la amenaza de causar a la víctima un mal relacionado respecto a la actividad que los vincule.

En este sentido, la propuesta aumenta las sanciones imponiendo de seis meses a dos años de prisión y de 30 a 50 días multa; y en el caso de que el hostigador aproveche su posición jerárquica laboral, docente, doméstica o cualquier otra que implique subordinación, la sanción será de ocho meses a tres años de prisión y de ciento veinte a doscientos cuarenta días multa.

En el dictamen que reforma el artículo 259 Bis del Código Penal Federal y la denominación del capítulo I del título decimoquinto, también se establece que si el hostigador fuese servidor público y utilizare los medios o circunstancias que el encargo le proporcione, se le destituirá de su cargo y se le inhabilitará por el mismo término de la pena de prisión impuesta.

Asimismo, las penas aumentarán hasta en una mitad en su mínimo y máximo cuando el delito se cometa en contra de una persona menor de dieciocho años de edad o que no tenga la capacidad de comprender el significado del hecho o que por cualquier causa no pueda resistirlo.

En su intervención, el diputado Víctor Humberto Benítez Treviño (PRI) presidente de la Comisión de Justicia, dijo que en 2008 se registraron 25 mil delitos de acoso y hostigamiento, donde solo se denunciaron ocho mil, lo que acredita la impunidad en esta materia y la necesidad de adecuar el código penal para proteger a la víctima.

Expresó que el dictamen constituye un paso en la defensa de uno de los valores fundamentales en la ley, la libertad sexual, por lo que esta iniciativa establece un parteaguas en su tutela, agravando la pena a quien cometa este delito.

El diputado Ezequiel Rétiz Gutiérrez (PAN) dijo que el dictamen atiende uno de los problemas que violentan la dignidad humana, donde las mujeres son las que sufren en mayor grado el hostigamiento y el acoso sexual, humillación, estrés emocional, ansiedad, depresión, irá, impotencia, entre otros.

Precisó que son muchas las mujeres que con su trabajo colaboran en la economía de sus familias o son el pilar principal de un hogar; sin embargo, se ven obligadas a luchar, dentro del ambiente laboral o académico, contra las actitudes ventajosas de sujetos que las amenazan.

“No podemos permitir que en nuestra sociedad subsistan rasgos de discriminación y violencia en contra de mujeres y hombres; debemos llegar a un sitio donde los derechos y la dignidad de cada sujeto sea respetada”, enfatizó.
La diputada Ángeles Nazares Jerónimo (PRD) manifestó que son las mujeres en quienes recae mayoritariamente el acoso sexual, en la que existe un ejercicio de abuso de poder que conlleva a un estado de indefensión y de riesgo para la víctima.

“El hostigamiento sexual es una forma de violencia que atenta contra la integridad física, psicológica y económica de las personas, eliminando sus oportunidades de desarrollo y la posibilidad de desenvolverse en un ambiente sano, digno y seguro”.

El diputado Eduardo Ledesma Romo (PVEM) señaló que esta reforma atiende a la realidad que representa el acoso y hostigamiento sexual, que como violencia de género que se vive en el ámbito laboral, docente, doméstico o cualquier otro, constituye formas de discriminación y violencia.

Afirmó que las mujeres son quienes sufren con mayor frecuencia el hostigamiento y el acoso sexual, que representan conductas que vulneran su integridad física, psíquica, moral, la libertad sexual y la dignidad íntima de la persona.

“Mujeres y hombres debemos estar convencidos que es necesario unir esfuerzos e impulsar el compromiso de todas las instituciones públicas de los tres ámbitos de gobierno para resolver la situación de violencia que enfrentan las mujeres”.

En tanto, el diputado Jaime Fernando Cárdenas Gracia (PT) expresó que este dictamen representa un avance de tipo penal, ya que precisa las condiciones y elementos respecto del acoso, hostigamiento y aumenta las sanciones.

“Sin embargo, se trata de un tipo penal que exige condiciones difíciles de probar, como la amenaza de causar a la víctima un mal y también el que sea un delito que se persiga a petición de parte y no de manera oficiosa”, concluyó.

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