Ante una mayor importación de maíz de los Estados Unidos por parte de la Secretaría de Agricultura, es previsible que los costos de transacción repunten en mayor medida, lo que podría generar una escalada de precios internos de esta semilla y sus derivados, señala el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados.

En el documento de “Análisis Mensual de Productos Básicos” se precisa que dicha situación podría afectar, principalmente, a las personas de menores ingresos, que son las que destinan entre el 40 y 50 por ciento de sus ingresos al consumo de alimentos derivados del maíz.

Se advierte que a pesar de que el Ejecutivo Federal señala que el nivel de los precios internos aún no se encuentra en situaciones críticas, resulta pertinente estar pendiente de los efectos en el precio que tendrán diversos productos básicos por las menores cosechas que se esperan luego de los daños ocurridos por las heladas en el norte del país.

De acuerdo con datos del Banco de México, en el mes de enero los precios de la canasta básica y de alimentos crecieron 3.46 y 3.64 por ciento anual, respectivamente, por lo que se aprecia un menor aumento respecto del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) que durante enero registró una tasa anual de 3.78 por ciento.

Dentro de este análisis se destacan importantes aumentos en los precios del pan dulce y de las tortillas, que crecieron durante el mes de enero 6.82 y 6.09 por ciento anual, respectivamente.

“Ello confirma la tendencia ascendente que han mantenido algunos productos derivados de los granos, donde destaca el precio de la tortilla con cuatro meses consecutivos de crecimiento, mismos que podrían prolongarse en caso de que las resiembras de maíz que se realizaran en los estados afectados por las heladas sean insuficientes para cubrir la demanda de este producto”.

Refiere que durante 2010, las exportaciones agroalimentarias acumularon 18 mil 61.6 millones de dólares (mdd), con lo que registraron un crecimiento de 12.4 por ciento respecto a 2009. Sin embargo, las importaciones crecieron en mayor medida acumulando un total de 21 mil 76.1 mdd, lo que significó un déficit comercial agroalimentario de 3 mil 14.4 mdd, 24.4 por ciento mayor al déficit registrado en 2009.

Lo que se traduce en un aumento de la dependencia de alimentos del exterior, tanto en productos agropecuarios como en los procesados, cuyas importaciones en 2010 se incrementaron 14.3 y 13.6 por ciento, respectivamente, con relación a 2009.

El mayor nivel de importaciones, además de incrementar el déficit comercial con el exterior, podría resultar más costoso a largo plazo si se deja perder la producción nacional de productos básicos por importaciones baratas, ya que ello incrementaría también el nivel de dependencia con el exterior.

De igual forma, el Centro menciona que en los últimos años el crecimiento en los precios de productos y alimentos de consumo básico incrementó el deterioro del ingreso de las familias mexicanas por la pérdida de poder adquisitivo del salario.

Agrega que el aumento en el costo de los alimentos reduce el acceso a una mejor calidad nutricional, como se describe en el documento “Evaluación de Nutrición y Abasto, 2010” del CONEVAL, donde se menciona que menos del 20 por ciento de los hogares rurales no indígenas consumen frutas, verduras, cereales y tubérculos y menos del 15 por ciento consumen carnes, pescados y mariscos, ya que la mayoría de la población rural sustenta su alimentación en el consumo de huevo y lácteos.

Dicha situación sugiere que la población de menores ingresos podría modificar sus patrones de consumo debido a la pérdida del poder adquisitivo, lo cual puede llevar a sustituir productos básicos nutritivos por otros de menor calidad nutricional.

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