Si queremos que México alcance un crecimiento económico sostenido en el largo plazo, es necesario reflexionar sobre los desafíos que enfrenta de cara al siglo XXI, afirmó el diputado Óscar Guillermo Levin Coppel, presidente del Comité del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, durante el Foro “Los desafíos del Siglo XXI en México”.

Señaló que a pesar de que hay indicadores que han tenido un comportamiento favorable en lo que va del año, México ha estado atrapado en una dinámica de lento crecimiento que resulta insuficiente para garantizar el desarrollo económico sostenido del país.

Mencionó que se debe fortalecer la discusión y el debate para encontrar instrumentos confiables que permitan tener un diagnóstico adecuado sobre los retos que se enfrentan a nivel interno y externo.

Levin Coppel Indicó que es necesario reflexionar sobre los problemas económicos y financieros. “Los legisladores debemos debatir en un diálogo abierto con el ejecutivo, el sector privado, la academia y la sociedad en su conjunto”.

Llamó la atención sobre el anuncio del Ejecutivo respecto de la creación de 271 mil nuevos empleos, el apoyo a casi medio millón de pequeñas y medianas empresas y el papel crucial de la banca de desarrollo para evitar una crisis peor en 2008; la disminución del número de pobres, el abasto de alimentos y la estabilidad del sistema financiero.

“Frente a esta confianza del gobierno, los legisladores mantenemos nuestra preocupación y reserva porque el mundo atraviesa por una etapa de incertidumbre donde se buscan recetas, fórmulas y políticas que sienten las bases para un crecimiento sostenido y balanceado”.

“Desde el Congreso vemos con atención los acontecimientos y preocupaciones que tienen lugar a nivel nacional e internacional. El mundo está pendiente de los altos costos del petróleo y los alimentos, del manejo de los problemas de deuda pública y de déficit fiscal en la periferia de Europa, ya que persiste la incertidumbre y permanece el riesgo de contagio”.

Además se debe observar la recuperación de Estados Unidos, así como del sobrecalentamiento de algunas economías emergentes, como la de China, los riesgos que puedan derivarse de las economías emergentes que han recibido importantes flujos de capital, como México, una vez que se endurezcan las políticas monetarias en las economías desarrolladas.

En su oportunidad, el secretario general del Consejo Nacional de Población (Conapo), Félix Vélez Fernández Varela, explicó que en las últimas décadas el crecimiento de largo plazo del producto per cápita ha sido cercano a cero, a pesar de que la tasa de crecimiento demográfico es del orden de 1.1 por ciento anual.

Indicó que el crecimiento económico del país en los años 50 y 60 era de 6.5 por ciento del PIB anual, cuando el crecimiento poblacional era del 3.5 por ciento.

Agregó que ha habido una contribución del cambio demográfico al desarrollo del país que ha resultado en un bono demográfico que puede durar hasta 2030, por lo que es necesario ver de qué manera se pude aprovechar.

Vélez Fernández Varela dijo que actualmente “hay nueve millones de personas adultas mayores en México y serán 26 millones para 2030; el 75 por ciento del efecto será después de 2020”.

En su oportunidad, Alejandro Werner, ex subsecretario de Hacienda y Crédito Público, mencionó que es necesario ponerse de acuerdo en una reforma fiscal que lleve a un marco mucho más eficiente desde el punto de vista recaudatorio y económico.

Afirmó que es indispensable contar con un marco tributario más eficiente y estable y agregó que lo más dañino es plantear cada año una reforma fiscal, porque la incertidumbre que crea sobre un potencial inversionista por no saber cuál es el marco fiscal con el que se va a encontrar en los próximos 10 años, es enorme.

“No podemos ser el país de la eterna reforma fiscal que nunca llega”, enfatizó.

Añadió que en la medida que se retrase un ajuste fiscal en el país, la posibilidad de tener “sustos en los mercados financieros asociados con la deuda de Estados Unidos, aunque ahora es baja, será cada vez es mayor y, de ocurrir un fenómeno de este tipo, no podemos pensar que la economía nacional se podrá despegar de la volatilidad financiera internacional”.

Werner subrayó que la reforma hacendaria debe empezar por un gasto público más eficiente; “una política de gasto público consensuada entre el ejecutivo y la Cámara de Diputados que permita generar ahorros, mayores eficiencias y mayor impacto económico”.

Refirió que los temas fiscal y financiero-energético son cruciales, y que se debe cambiar el paradigma con el que México opera en materia energética, “dejemos de pensar que somos un país superavitario en energéticos y que se fije la estructura institucional de un país que no puede darse el lujo de derrochar sus recursos energéticos”, concluyó.

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