La Comisión de Transportes se reunió con Gerardo Badín, Conciliador y Administrador de Mexicana de Aviación, a fin de conocer la situación de la empresa y buscar una salida para que comience a operar.

El presidente de la Comisión, diputado Javier Ortiz Gil (PRI), agregó que muchas empresas quiebran en México, sin embargo “Mexicana nos tiene aquí porque es una concesión federal y debemos ser capaces de prevenir dentro de las facultades y obligaciones que tiene la Secretaría de Comunicaciones y Transportes al otorgar una concesión, ver la calificación de los requisitos, avances de la compañía y a quién se le brinda”.

El diputado Alfredo Javier Rodríguez Dávila (PAN) afirmó que después de que comience a volar la aerolínea será necesario tomar medidas y hacer los cambios legislativos y reglamentarios pertinentes para que no ocurra de nuevo un problema como el que enfrentó la empresa.

Por su parte, el diputado Silvio Lagos Galindo (PRI) manifestó que si bien es cierto hay que regular el tema de la aviación, es importante la observancia de la normatividad para la verificación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

El diputado Mario Alberto Di Costanzo Armenta (PT) pidió información de los inversionistas interesados en Mexicana; manifestó su interés en que la aerolínea vuelva a volar y recontrate, si se puede, a los ocho mil trabajadores.

En su intervención, el diputado Samuel Herrera Chávez (PRD) señaló que Mexicana y Aeroméxico eran bienes del pueblo y su valor estaba en cerca de 2 mil millones de dólares, pero sólo se rescataron 300 millones, “creo que ha sido un robo y un pillaje a la nación”, comentó.

Por lo tanto, dijo, se tiene que reflexionar la forma en que se privatiza; propuso formar una cooperativa y que algún inversionista se les uniera, “el punto es que Mexicana emprenda el vuelo”, mencionó.

No es posible que el grupo de inversionistas culpara a los sindicatos, basándose en que los salarios habían quebrado a la empresa, cuando los empleados son la sustancia de las empresas; son los que crean la riqueza social, adujo.

En su turno, Gerardo Badín mencionó que Mexicana es importante para la industria e indispensable para recuperar la oferta. “La capacidad aérea, medida en aviones de operadores nacionales, no ha sido sustituida; pues de 280 aviones que había en 2010 para marzo del 2011 sólo existen 186 naves”.

Indicó que Mexicana es el operador internacional más grande en el país y añadió que en el mercado internacional las aerolíneas extranjeras han sido las beneficiadas con la suspensión de vuelos.

“Pasaron de 71 por ciento en el 2008 a 86 por ciento en febrero de este año; las aerolíneas mexicanas bajaron de 29 por ciento a 14 por ciento en el mismo periodo”, precisó.

Indicó que con la salida de la aerolínea se perdieron 200 mil empleos, ocho mil directos de Mexicana, pero más de 190 mil indirectos, tomando en cuenta datos de la Asociación de Hoteleros.

Durante la reunión explicó que el plan de negocios de Mexicana es sustentable, pues plantea ingresos por nueve mil 300 millones para finales de 2011, y “llegaremos en 2015, a 18 mil 396 millones; estaría generando 100 millones de dólares de ingresos anuales”.

Aseguró que quince días después de realizarse el convenio con algún inversionista, la empresa podría volar a Canadá, Estados Unidos, Centro América y la República Mexicana, debido a que se encuentra en condiciones óptimas.

Dijo que hay tres posibles escenarios de arranque de la empresa, en función del momento de la capitalización. El primero, el óptimo, si el capital, “como puede parecer en este momento”, entrara antes del 9 de mayo, estaríamos volando el 25 del mismo mes”.

El segundo, más conservador, si el capital entra hacia fines de mayo, reiniciaría operaciones el 15 de junio y, el peor, si el capital entrara después de esa fecha, “nos bajarían de los sistemas tecnológicos de reservación y venta de boletos y habría que esperar de 10 a 12 semanas para volver a subir los sistemas y vender boletos”.

Indicó que depende de la disponibilidad de los oferentes a quienes se han solicitado pruebas de seriedad, prueba de fondos, “estamos siendo demasiado cautelosos”.

Refirió que TG Group, Avanza Capital e Iván Barona han cumplido con los estatutos establecidos, faltándoles únicamente la comprobación de los fondos. Aunque Avanza Capital mostró cartas por 3 mil millones de dólares para tres proyectos; Iván Barona mostró una carta por 200 millones de euros y TG Group, otra por 45 millones de dólares, pero no se ha recibido la comprobación de los fondos.

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