El diputado Eduardo Ledesma Romo (PVEM), integrante de la Comisión de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios, impulsa un punto de acuerdo para exhortar al titular del Instituto Nacional de Migración, Salvador Beltrán del Río, a fortalecer el monitoreo de los flujos migratorios que realizan los niñas, niños y adolescentes migrantes y repatriados no acompañados.

En el documento se señala que el estudio The Screening, Protection and Repatriation of Ugnaccompanied Mexican Minors 2011, Customs and Border Protection en 2010 detuvo en los primeros 11 meses, 29 mil 624 menores indocumentados, de los cuales aproximadamente 17 mil 478 viajaban solos.

Según información del Instituto Nacional de Migración, en el mismo año se repatriaron 20 mil 438 menores migrantes mexicanos desde Estados Unidos, de los cuales 13 mil 705 viajaban solos. Lo que implica que al menos cerca de 4 mil menores no fueron canalizados a través de las autoridades migratorias mexicanas.

Mientras que en la Red de Módulos y Albergues Tránsito para Niñas, Niños y Adolescentes Migrantes y No Acompañados del Sistema Nacional DIF, en 2010 en la Frontera Norte sólo se atendieron 13 mil 568 niñas, niños y adolescentes en módulos y albergues.

Ledesma Romo recalcó que la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes son fenómenos que prevalecen en lugares con alto flujo migratorio y los menores de edad son quienes por su condición de vulnerabilidad están más expuestos a caer en las redes del crimen organizado.

De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), estos menores de edad viajan solos para reunirse con sus familiares, para mejorar su nivel de vida a través de un trabajo o por el deseo de escapar de la violencia familiar o de la explotación sexual. Sin embargo, los jóvenes y niños son obligados a pasar droga a Estados Unidos o a guiar a indocumentados, dijo.

Agregó que según un Informe de la Secretaría de Relaciones Exteriores sobre la migración de menores de edad no acompañados, en el primer semestre de 2010, al menos 261 niños y jóvenes mexicanos reconocieron que migraron para traficar estupefacientes e indocumentados.
Señaló que el desempleo, la pobreza, el aumento de la violencia en México y el combate al crimen organizado ha orillado a las células delictivas a emplear a un mayor número de niñas, niños y adolescentes para realizar sus actividades ilícitas. “Diversas organizaciones de la sociedad civil han advertido que en la frontera norte el crimen organizado recluta a menores de edad por dinero o bien, bajo amenazas los obliga a cruzar al país vecino con droga o para llevar a migrantes indocumentados”.

Enfatizó que resulta urgente fortalecer las acciones que lleva a cabo el Instituto Nacional de Migración para proteger a los menores migrantes no acompañados, con el fin de evitar que caigan en las redes del crimen organizado.

Por ello, el punto de acuerdo presentado en la Comisión Permanente exhorta al titular del Instituto Nacional de Migración para que fortalezca la coordinación con albergues públicos y privados que brindan atención especializada a los menores migrantes no acompañados y adopte las medidas que sean necesarias para proteger a las niñas, niños y adolescentes no acompañados que son repatriados de Estados Unidos a México, a fin de que no sean reclutados por el crimen organizado.

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