• Encabezó la ceremonia de inauguración de la remodelación de una biblioteca del Congreso de la Unión

El presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, encabezó este miércoles la ceremonia de inauguración de las obras de remodelación de la Biblioteca del Congreso de la Unión, en el marco del trigésimo aniversario del Palacio Legislativo de San Lázaro.

Asimismo, de la presentación del libro: Palacio Legislativo de San Lázaro XXX Aniversario. 1981-2011, que reseña con anécdotas, narraciones, memorias gráficas y antecedentes históricos, las tres décadas de este recinto.

Ramírez Marín manifestó que para la LXI Legislatura de la Cámara de Diputados, conmemorar los 30 años de la inauguración del Palacio Legislativo no es solamente una remembranza histórica o un recorrido por nuestra memoria cultural, sino que se trata de un verdadero motivo de orgullo.

Recordó que poco antes del llamado nacimiento de México, el Congreso Nacional peregrinó por diferentes casas, edificios públicos, iglesias y teatros, hasta que se impulsó la idea de una sede digna. “Así, majestuoso, hoy se erige el Palacio Legislativo de San Lázaro”.

En este tenor, el presidente de la Mesa Directiva hizo un reconocimiento al arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, encargado del proyecto original.

Siempre que entro al recinto, dijo, pienso en don Pedro Ramírez Vázquez y recuerdo a un hombre que pudo interpretar el sentimiento de un pueblo. “Esa altura, ese tamaño de salón sólo quiere decir una cosa: el tamaño de aspiraciones que debemos tener los legisladores. El tamaño de nación que representamos”.

Añadió que el recinto se ha plasmado no como una muestra grandilocuente o exagerada de nuestro México, sino como un recordatorio “de que los que estamos sentados ahí somos infinitamente pequeños frente a la grandeza de la nación”.

Por otra parte, Ramírez Marín destacó que la Cámara de Diputados ha hecho de la Biblioteca General, ubicada desde 1936 en lo que fuera el Convento de Santa Clara, un lugar sagrado para la cultura, “sagrado y santo” en la laicidad de la justicia y que le da la oportunidad a todos de venir a aprender.

No es extraño, añadió, que celebremos el XXX Aniversario del Recinto Legislativo fuera de él. “Nuestra intención ha sido precisamente demostrar cómo, mucho más allá de un edificio, San Lázaro se ha convertido en una señal para pueblo de México”.

Y no sólo la señal de las leyes, concluyó, sino que es también una señal de esperanza: en la justicia social, en la igualdad de oportunidades, en la justicia que se cumple en todos y cada uno de los mexicanos.

Por su parte, el secretario general de la Cámara de Diputados, Guillermo Haro Bélchez, señaló que con la reapertura de la Biblioteca del Congreso de la Unión será posible acercar más a la gente al trabajo de los legisladores, pues estará mejor documentada sobre su actividad.

Además, permitirá continuar con la finalidad que le dio origen: ser un espacio idóneo para cultivar el estudio y generar conocimiento de las ciencias y las artes.

Indicó que a 75 años de su inauguración, la Biblioteca del Congreso de la Unión, pasó de un acervo de 16 mil, a 226 mil volúmenes, en las instalaciones de la Biblioteca del Congreso y en la del Palacio Legislativo de San Lázaro.

La biblioteca fue inaugurada en septiembre de 1936, por el entonces secretario de Educación Pública, Gonzalo Vázquez Vela, siendo presidente de la República el general Lázaro Cárdenas. Surgió a iniciativa de los diputados, Luis Mora Tovar, Demetrio Bolaños y Carlos Calderón, integrantes del ala izquierdista de la XXXVI Legislatura.

La senadora María de los Ángeles Moreno Uriegas recordó momentos muy importantes de la vida política en San Lázaro, “unos muy gratos, otros no tanto, como cuando hubo que hablar en Tribuna en ocasión de la tristísima muerte de nuestro querido Luis Donaldo Colosio, y atravesando por muchas otras cosas en una legislatura que por diversos motivos fue memorable”.

Celebró que en el Palacio Legislativo la decisión de los senadores de no hacer su recinto en el mismo espacio, se ha aprovechado “para hacer un conjunto realmente hermoso, histórico en la vida de este país, que alberga otra biblioteca y el Museo Legislativo Los Sentimientos de la Nación”.

Señaló que a la LV Legislatura correspondió la mayor parte de la reconstrucción, “atravesamos por las condiciones de temporalidad que implicaba el incendio en San Lázaro, que tuviera que reconstruirse el recinto y sus diferentes anexos en un inmueble, que es un conjunto de edificios en los cuales las siguientes legislaturas de diputados se han extendido y hacen cada vez más confortable, agradable de muchas maneras ese Recinto de San Lázaro”.

Eduardo Matos Moctezuma, prominente arqueólogo, enfatizó que el libro es una memoria histórica en la que se entrelazan los hechos relevantes de nuestro devenir como nación y donde el material gráfico nos precisa y recuerda los acontecimientos acaecidos a lo largo del tiempo; “es lo que fuimos y lo que somos. El pasado y el presente y lo más importante: lo que seremos en el futuro”.

El también miembro de El Colegio Nacional, destacó que un buen libro debe contener tres ingredientes: un tema de interés; escrito por conocedores en la materia; que cuente con materia gráfica; esta obra, consideró, reúne sobradamente estas características.

“Se trata de una edición cuidadosa para dar idea cabal a los lectores de su contenido a ello ya nos tiene acostumbrados su editor: Miguel Ángel Porrúa”, subrayó.

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