La Comisión de Reforma Agraria clausuró los trabajos del diplomado Políticas Públicas y Estrategias para el Desarrollo Rural: Globalidad y Soberanía, organizado conjuntamente con la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM para analizar la situación del campo, sus necesidades y el diseño de políticas públicas para el sector agrario.

El presidente de la Comisión, diputado Óscar García Barrón, del grupo parlamentario del PRI, consideró necesario aplicar nuevas políticas que mejoren las condiciones de vida en distintas zonas agrarias.

Explicó que, además del impulso a la producción agrícola, debe atenderse la necesidad de la población campesina de contar con mejor acceso a los servicios educativos y de salud.

“Este diplomado nos obliga a trazar retos por el país y nuestras familias. Qué importante que la UNAM lleva más allá de sus muros temas tan fundamentales como el desarrollo rural en México”.

Dijo que la falta de sensibilidad en los tres niveles de gobierno ha provocado la pérdida de la soberanía alimentaria, lo que ha dañado la imagen de México como país productor de alimentos ante el mundo.

“No hay tecnificación del campo, ni hemos podido acceder a asesorías ni a asistencia técnica; no contamos con semillas y fertilizantes más baratos; no estamos en condiciones de ser competitivos contra otras naciones que están siempre a la vanguardia de desarrollo y la tecnología”.

Resaltó el papel que la mujer ha tenido en el sector agrario, el cual, dijo, ha sido relevante para el desarrollo de las familias ejidales, tanto dentro como fuera del campo, aunque, advirtió que hay regiones olvidadas donde los productores no gozan de créditos financieros ni les llegan los recursos que se les destinan.

Por su parte, Paulina Berumen Colín, a nombre de los alumnos participantes del diplomado, informó que se analizó el papel que ha tenido el campo mexicano en el desarrollo de la sociedad productiva, así como su relevancia dentro del modelo económico.

“Este ejercicio nos dio las herramientas y la experiencia para poder reflexionar sobre las políticas públicas que deben elaborarse para que atiendan las necesidades del sector y ayuden a resolver el problema de la escasez alimentaria”.

Expresó que debe haber un acercamiento a la gente de campo como práctica democrática para escuchar su opinión sobre qué necesita el sector.

Durante el diplomado, que tuvo una duración de 5 meses, se observó la situación que enfrenta al país en cuanto a la soberanía alimentaria, las necesidades del sector productor, la actualización de los esquemas productivos en la nueva dinámica social y la competitividad frente a otros países.

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