El diputado Heladio Gerardo Verver y Vargas Ramírez, del grupo parlamentario del PRD, impulsa una iniciativa que reforma y adiciona diversas disposiciones a la Ley General de Salud, para reestructurar la Comisión Nacional contra las Adicciones con el propósito de prevenir y reducir el consumo de tabaco, alcohol y drogas.

Señaló que en México casi cuatro millones beben grandes cantidades de alcohol una vez a la semana o con mayor frecuencia. El problema es más frecuente entre hombres en una proporción de 5.8 varones por cada mujer.

El grupo de edad que muestra los niveles más altos de consumo es de 18 a 29 años; 4 millones 168 mil 63 mexicanos cumple con los criterios de abuso-dependencia, donde 3 millones 497 mil 946 son hombres y 670 mil 117 son mujeres.

Agregó que el porcentaje de adolescentes de 14 años o menos que ha consumido alcohol alguna vez es de 59.9 por ciento y de quienes tienen 18 años o más es de 89.9 por ciento, según datos de la Encuesta de Consumo de Drogas en Estudiantes 2009.

Más de la mitad de los adolescentes de 17 años ha bebido alcohol y el 38.5 por ciento se considera que está abusando.

En cuanto al tabaco, dijo que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) 2008, la edad promedio de fumar por primera vez fue de 17.1 años, 27 millones habían probado tabaco alguna vez en la vida.

El 60 por ciento de los fumadores hombres y mujeres inició el consumo por curiosidad; 29.8 por ciento hombres y 26.9 por ciento mujeres por convivencia con familiares, amigos o compañeros fumadores; el 68.6 por ciento de los adolescentes por curiosidad y 24.1 por ciento por influencia de familiares, amigos o compañeros.

El consumo de tabaco alguna vez en la vida ha afectado a casi la mitad de los estudiantes, siendo los hombres quienes reportan un porcentaje superior en comparación con las mujeres, 45.9 por ciento y 42.6 por ciento respectivamente. En el último año, 28.3 por ciento de hombres y 25.8 por ciento de mujeres ha probado el tabaco y en el último mes, 16.8 por ciento hombres y 14.9 por ciento mujeres.

Mencionó que la ENA (2008) reporta que el consumo de drogas como la mariguana, cocaína, heroína, metanfetaminas, alucinógenos, inhalables y otras sustancias aumentó de 4.6 a 5.2 por ciento de 2002 a 2008. Se duplicó en mujeres, pasando de 1 por ciento en 2002 a 1.9 por ciento en 2008, mientras que en hombres se incrementó de 8 a 8.8 por ciento.

El uso de tranquilizantes, mariguana, inhalables y metanfetaminas se inicia con más frecuencia durante la adolescencia. El 89.8 por ciento de usuarios inició el uso antes de los 26 años. Se encontró una relación importante entre el uso de tabaco, alcohol y otras drogas; 17 por ciento de quienes fumaron antes de los 18 años experimentó también con otras drogas.

El 63.3 por ciento de quienes han consumido inhalables inició su uso durante la adolescencia. El 48.5 por ciento de consumidores de cocaína inició el consumo entre los 18 y 25 años de edad. El consumo de metanfetaminas se incrementó seis veces en el período de 2002 a 2008. El 46.5 por ciento de usuarios de metanfetaminas inició el consumo durante la adolescencia. El 45.7 por ciento de los usuarios de heroína inició el uso entre los 18 y 25 años de edad.

Este panorama epidemiológico destaca la necesidad de incrementar las actividades de intervención oportuna ante el consumo de sustancias psicoactivas entre la población, siendo la prevención parte de un proceso social y educativo en el que interviene un importante número de personas en los diversos ámbitos y contextos de la sociedad, subrayó Verver y Vargas Ramírez.

Explicó que la Comisión Nacional contra las Adicciones permitiría la definición de metas claras de reducción del consumo con el fin de realizar evaluaciones sobre la efectividad de las acciones.
“La presente iniciativa propone dotar de facultades a dicha Comisión a fin de realizar un trabajo interinstitucional eficiente”, recalcó.

La iniciativa enviada a la Comisión de Salud y a la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública para opinión, permitirá contar con establecimientos que atiendan una detección temprana, especialmente a los adolescentes que presenten riesgo de padecer alguna adicción.

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