La Comisión de Juventud y Deporte entregó reconocimientos a participantes distinguidos del Parlamento Mundial Ciudadano, por su destacada labor a favor del desarrollo equitativo de las naciones y la paz mundial.

A nombre de la comisión, la diputada Iridia Salazar Blanco (PAN) leyó las conclusiones del foro de la primera etapa del Parlamento Mundial Ciudadano, que se realizó en el Palacio Legislativo de San Lázaro los días 11 y 12 de octubre del presente año.

Detalló que en el foro se aprobó el decreto a la abolición de la guerra, “que constituye un documento fundamental para reconocer el esfuerzo ciudadano a favor de la paz mundial y el desarrollo equitativo de los pueblos”.

Precisó que además se aprobaron declaraciones de diversas organizaciones internacionales, que colaboraron en la alianza mundial para la transformación de la ONU.

La diputada Iridia Salazar afirmó que este tipo de “ejercicios democráticos abren el camino a la democracia global que todos anhelamos para un mundo mejor”.

Añadió que también se aprobó, por el pleno de dicho foro, otorgar reconocimientos honoríficos a los senadores del Parlamento Mundial Ciudadano, “que hoy nos honran con su presencia”.

La legisladora enfatizó: “tengo la firme convicción de que lo que ustedes están haciendo es legítimo, simplemente porque ejercen su derecho de participación cívica y políticamente, lo que deriva del principio irrenunciable de la soberanía del pueblo, reconocida en el artículo 39 de nuestra Constitución”.

El presidente de la organización Planetafilia, Francisco Plancarte y García Naranjo, dijo que el Parlamento Mundial Ciudadano es un movimiento para que las personas interesadas en resolver los problemas del mundo se organicen en la creación de la nueva cultura universal de la civilización humana, para eliminar en una primera instancia la economía de la guerra.

Expresó que actualmente prevalecen los intereses de la economía de guerra en el complejo militar industrial a nivel global, que otorga armas a los núcleos de poder del mundo “con la emisión de dinero sin respaldo”.

Señaló que el dinero y las armas que hoy gobiernan son instrumentos secundarios de la convivencia pacífica e instrumentos que no tienen que prevalecer en la cultura mundial. “Debemos demostrarles a los gobiernos del mundo y a las grandes transnacionales, que podamos nosotros decir: basta a la economía de guerra”.

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