• Habrá un catálogo nacional de programas y proyectos federales
• Se trata de evitar que sea la delincuencia una opción para ellos Para 35 millones de jóvenes de entre 12 y 29 años el panorama de empleo y autoempleo resulta desalentador, debido a que desde 2008 ante la falta de oportunidades se les incentiva a emigrar a otros países o, en el peor de los casos, a involucrarse en organizaciones criminales. A fin de frenar esta situación, La Cámara de Diputados aprobó en el reciente periodo ordinario de sesiones fortalecer las facultades del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE). Se busca impulsar el empleo y autoempleo para jóvenes, mediante la integración, actualización y publicación de un catálogo nacional de programas y proyectos federales dve fomento laboral. Además de proponer a las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, con prioridad a las Secretarías del Trabajo y Previsión Social, de Desarrollo Social, de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de Economía, de Relaciones Exteriores, de Reforma Agraria, y de Comunicaciones y Transportes, programas y proyectos para el fomento del empleo y autoempleo juvenil. En el dictamen de la Comisión de Juventud y Deporte que impulsó el diputado Jaime Arturo Vázquez Aguilar para reformar la Ley del IMJUVE, mediente la adición de las fracciones XV y XVI al artículo 4 de dicha ley, se indica que es una realidad que el crimen organizado se ha convertido en una alternativa de los jóvenes, población en crecimiento para la próxima década. El legislador enfatizó que “el crimen organizado representa una alternativa de los jóvenes para contratarse como halcones, sicarios, narcomenudistas y secuestradores, ya que resulta más atractivo cobrar entre 800 y 6 mil pesos mensuales por esos actos, que emplearse en el sector formal y percibir un salario mínimo mensual de mil 723 pesos”. El desafío del Estado mexicano es lograr que los jóvenes accedan a un empleo seguro y productivo y a un salario digno, indicó. México, puntualizó, debe apostarle a su capital humano juvenil, por ello es fundamental impulsar y fortalecer políticas públicas para lograr que sean el centro de atención de los programas gubernamentales. Expuso que de acuerdo con la OCDE, la tasa de desocupación de las personas con estudios superiores es de 3.8 por ciento, mientras que para quienes únicamente tienen primaria o secundaria es de 2.1 por ciento, considerando además que los jóvenes profesionales tienen mayores posibilidades a quedar desempleados. Manifestó que se cuenta con un bono demográfico, con el mayor número de jóvenes que representan una oportunidad histórica de desarrollo económico para cualquier nación. Sin embargo, pareciera una paradoja, debido a que encontrándose en un momento histórico por contar con el mayor número de jóvenes y en consecuencia ante la oportunidad de tener un crecimiento económico importante –debido a la productividad que significa la juventud–, ésta se encuentra en un estado de inmovilidad, situación que representa riesgos sociales, concluyó.
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