• El Pleno camaral aprobó reformar la Constitución para lograr esa meta

En México, dos millones 200 mil jóvenes entre 15 y 17 años están excluidos de la educación media superior; además, es en este nivel donde se registra el mayor índice de deserción, con casi 40 por ciento de los estudiantes.

Ante ello, la Cámara de Diputados, en el reciente periodo ordinario de sesiones, aprobó reformar los artículos 3 y 31 de la Carta Magna, a fin de elevar a rango constitucional la obligatoriedad de la educación media superior.

Con las modificaciones se pretende que los procesos para impartir educación media superior se realicen en condiciones de equidad, pertinencia y calidad, lo que derivará en mejores condiciones de vida para la ciudadanía y se combatirá la desigualdad social.

En el dictamen se señala que al elevar a rango constitucional la obligatoriedad de la educación media superior, se contribuye a la consolidación de la reforma integral en este nivel, ya que se trata de un significativo avance en materia educativa, que deberá impactar de forma positiva en la sociedad.

Argumenta que suscribir la educación media superior como obligatoria es respuesta a una demanda social, porque son muchos los casos en que jóvenes que desean acceder a este nivel educativo, tanto de carácter federal como estatal, ven truncados sus estudios por no existir cupo suficiente.

Destaca que el nivel medio superior ofrece una variedad de posibilidades de formación para los jóvenes, como la de convertirse en profesionales técnicos y tener, de entrada, un oficio o carrera técnica que se pueda traducir en un medio de subsistencia personal.

En el documento se subraya que es necesario que el Estado asuma su responsabilidad de brindar educación de mejor calidad, ya que es una de las claves de la evolución de la sociedad y de todos los aspectos de la calidad de vida.

Se enfatiza que la educación media superior puede contribuir de manera decisiva en la construcción de una sociedad crecientemente justa, educada y próspera, ya que es un recurso para combatir la desigualdad social y escapar de la pobreza.

En el dictamen se explica que la obligatoriedad de este nivel educativo debe dar como resultado el fortalecimiento y desarrollo de los mexicanos, formándolos de mejor manera para enfrentar los retos cada vez más difíciles del campo laboral en nuestro país y en el extranjero.

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