•Consideran diputados replantear el Programa Especial Concurrente para el campo

•Publica la Revista Cámara un estudio del CEDRSSA al respecto

El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) destacó que los diputados han considerado la necesidad de replantear el Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable (PEC), y evitar la concentración de los apoyos en bienes privados agrícolas, que es del 75 por ciento.
A través de un documento publicado en la revista Cámara, en su edición de enero, el CEDRSSA aseguró que para lograr mayor eficiencia del gasto público y hacer al campo más competitivo se requiere mayor inversión en bienes públicos.

Mencionó que, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política para el Desarrollo Social (CONEVAL), en su evaluación del PEC existe contraposición de objetivos rurales, agrícolas y sociales en el presupuesto, ya que dos tercios de los programas productivos están dirigidos a bienes privados, como subsidios a personas, familias y transferencias monetarias y el resto a bienes públicos, como infraestructura, investigación y desarrollo.

Agregó que según el Coneval el PEC “no ha sido un instrumento adecuado de planeación para la asignación presupuestal de los programas rurales y agropecuarios”. Si bien su presupuesto ha crecido, la coordinación de los programas no ha sido eficiente.

En tanto, el consultor de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Luis Gómez Oliver, destacó que para lograr mayor eficiencia del gasto público en agricultura y hacer al campo más competitivo, se requiere una mayor inversión en bienes públicos.

Por ello, los diputados y el CONEVAL proponen cambios radicales en la política y los programas orientados a fortalecer la competitividad del país.

En el documento, Altynai Arias Hernández, colaboradora del CEDRESSA, puntualizó que de acuerdo con el Instituto Mexicano de Competitividad, el sector agrícola y pecuario en México ocupa uno de los más bajos niveles de competitividad.

Señaló que ese instituto ha manifestado que se requieren acciones que promuevan el aumento de la rentabilidad de la producción agrícola y favorezcan el retorno de la inversión al sector, en especial en la rehabilitación de la tierra, infraestructura, bienes públicos y cambio tecnológico.

Así también instrumentar estrategias que contribuyan a formar una percepción del riesgo en cuanto a la siembra, además ayudar a eliminar la dependencia de los subsidios y definan los derechos de propiedad.

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