El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley General de Salud, para establecer cambios que impulsen avances en materia de instalaciones, fármacos y tratamiento psicológico para los enfermos mentales.

El dictamen aprobado por 257 votos a favor, uno en contra y 3 abstenciones, busca que la atención de los trastornos mentales y del comportamiento se brinde con un enfoque comunitario, de reinserción psicosocial y con estricto respeto a los derechos humanos; así como de sensibilización para reducir el estigma y la discriminación, a fin de favorecer el acceso oportuno de la atención.

También plantea la implementación estratégica y gradual de servicios de salud mental en establecimientos de la red del Sistema Nacional de Salud. En este sentido, se implementará la participación de observadores externos que vigilen el pleno respeto de los derechos humanos de las personas con trastornos mentales y del comportamiento.

Asimismo, se crearán programas sociales y asistenciales, como residencias y talleres protegidos en coordinación con otros sectores, para la debida atención de estos pacientes y mayor impulso a la investigación multidisciplinaria en materia de salud mental.

Señala que en México siete por ciento de la población tiene depresión; 1.6 por ciento, trastorno bipolar; uno por ciento, esquizofrenias; más de uno por ciento sufre trastorno obsesivo compulsivo y siete por ciento, trastornos de angustia y pánico.

“Los trastornos mentales ya forman parte del panorama epidemiológico de México y seguirán incrementando su presencia como causa de enfermedad, discapacidad y muerte, por lo que el manejo epidemiológico de estos problemas se hace inminente”.

El diputado Heladio Gerardo Verver y Vargas Ramírez (PRD) señaló que a través de esta reforma, se establecen las bases legislativas para que en el Sistema Nacional de Salud se apliquen políticas públicas con definición de acciones para tratar los problemas de salud mental. “Sin embargó sabemos que la salud mental no sólo depende de aspectos médico-biológicos y psicológicos, sino de antecedentes genéticos, entornos sociales y condiciones de vulnerabilidad de las personas”.

Refirió que la salud mental en México no ha sido lo suficientemente dimensionada. “El 60 por ciento de las personas en algún momento han sufrido depresión, que es una de las enfermedades mentales más cotidianas”.

La diputada Gloria Trinidad Luna Ruiz (PAN) subrayó que en México se estima que el 15 por ciento de la población padece algún tipo de trastorno mental, del cual sólo el 2.5 por ciento se encuentran bajo supervisión de algún especialista.

“Hasta ahora, dentro del conjunto de enfermedades que afectan a la población, las enfermedades mentales no son consideradas como prioritarias y la capacidad de respuesta es muy limitada”.

En tanto, el diputado Rodrigo Reina Liceaga (PRI) manifestó que entre el 15 y 18 por ciento de la población sufre de trastornos mentales, lo que significa que alrededor de 15 millones de personas padecen una enfermedad de este tipo, siendo la depresión la más frecuente. “Por tal motivo se requiere de la construcción de una reglamentación clara e instituciones que tengan las herramientas para tratar a todos los mexicanos con estos problemas”.

Al fijar su postura en contra, el diputado Jaime Fernando Cárdenas Gracia (PT) dijo que la reforma es insuficiente, ya que únicamente se limita a los asuntos médicos vinculados a la salud mental y deja de lado los tratamientos preventivos, “ya que algunas causas de los problemas de salud, físicos, somáticos y mentales, tienen que ver con las condiciones socioculturales y socioeconómicas de México”.

El diputado Mario Alberto Di Costanzo Armenta (PT) manifestó su posición en contra del dictamen “porque representa una simulación, ya que la salud mental comienza por el respeto a nosotros mismos y eso es apoyar y abogar por la gente”.

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