• Estas actividades fomentarán la confianza ciudadana: Esthela Damián Peralta

18-04-2012.- La Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación de la Cámara de Diputados, que preside Esthela Damián Peralta, entregó el Documento de Conclusiones y Recomendaciones derivadas del análisis del Informe del Resultado de la Revisión y Fiscalización de la Cuenta Pública, correspondiente al ejercicio presupuestal 2010.

La diputada Damián Peralta dijo que con ello la Cámara de Diputados concluye el ciclo de Revisión de la Cuenta Pública por tercera ocasión en esta Legislatura.

“En este proceso los diputados integrantes de la Comisión realizamos la evaluación de la gestión de los tres niveles de gobierno, del Poder Judicial, Legislativo y de todos los entes que ejercen recursos federales, en un acto de rendición de cuentas al pueblo, a través de los representantes populares, privilegiando el profesionalismo y las convicciones éticas y un profundo respeto por la Auditoría Superior de la Federación”, precisó.

Del adecuado análisis que la Cámara de Diputados realizó, “se generaron un conjunto de acciones que impactan los niveles de calidad del gasto público, la efectividad de las políticas públicas y la eficiencia del quehacer gubernamental”, dijo.
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Damián Peralta comentó que la comisión, en armonía con la Auditoría Superior, ha presentado una reforma constitucional que permita potenciar la labor fiscalizadora y que generará dividendos a la gobernabilidad, ya que los resultados efectivos derivados de la fiscalización fomentarán la confianza de la población hacia sus gobiernos.
“Esperamos que con esta iniciativa logremos la mejora del ejercicio del gasto público; un incremento en el nivel de transparencia, eficiencia y economía; pero sobre todo en el combate a la corrupción en beneficio de los ciudadanos que incidan en la mejora de la actividad productiva y la disminución de la pobreza, en el incremento del empleo, la calidad de la educación, mejores servicios de salud de seguridad social y la atención eficiente del reclamo ciudadano en materia de seguridad pública”, resaltó.
Se tiene que lograr que la fiscalización y el control contribuyan a la satisfacción de las necesidades más sentidas de nuestro pueblo.
“Es nuestra responsabilidad como diputados lograr que se promueva un aumento de la eficiencia del gasto público, la consecución de los objetivos de los programas federales, el combate a la corrupción y las irregularidades, que son problemas que lastiman a la sociedad”, agregó.

Puntualizó que queda mucho por hacer, por ello la Auditoría Superior de la Federación, los legisladores y la sociedad “debemos crear una sinergia desprovista de intereses personales o partidistas para que los recursos públicos realmente cumplan el objetivo de lograr el beneficio social, la seguridad y el desarrollo del país”.
Por su parte, Juan Manuel Portal Martínez, Auditor Superior de la Federación, señaló que en un ambiente de colaboración y diálogo abierto se celebraron dos reuniones de trabajo con la comisión para el análisis temático del Informe de Resultados de la Cuenta Pública 2010, en las que surgieron importantes comentarios y planteamientos de los diputados.

Con base en ese ejercicio, dijo, “hoy recibimos las conclusiones de la Comisión de Vigilancia de la ASF y reiteramos nuestra voluntad para ejecutar, de manera diligente y oportuna, las acciones que permitan su debida atención”.
Advirtió que la revisión de la Cuenta Pública Federal es un elemento que se topa con muchas restricciones para responsabilizarse por un fenómeno multifactorial como lo es la corrupción.

El valor de la fiscalización superior trasciende los aspectos estructurales, coyunturales y casuísticos de las situaciones que observa, de tal modo que las medidas correctivas o preventivas que se recomiendan tengan un efecto permanente en la gestión del ente auditado y sirvan efectivamente para fortalecer, añadió.

Afirmó que la fiscalización de la ASF y las acciones que se derivan de ella como las recomendaciones, sanciones y denuncias de hechos, no son un fin en sí mismo, sino un medio para logar, de manera gradual, la mejora de la gestión gubernamental que se refleje en una acertada conducción del conjunto de las actividades institucionales dedicadas al servicio de la sociedad.

“Se piensa que no castigar a los culpables de los males nacionales es responsabilidad de la fiscalización superior, olvidándose que los problemas estructurales son los que generan circunstancias de corrupción e impunidad”, explicó.

El camino es reconocer lo realizado y buscar la mejora de la administración pública de manera estructural, puntualizó.

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