03-08-2012.-La diputada Lucila del Carmen Gallegos Camarena (PAN), integrante de la Comisión de Equidad y Género, impulsa una iniciativa de reformas a la Constitución Política para que las leyes de los estados establezcan que en la integración de los ayuntamientos exista una representación equilibrada entre mujeres y hombres.
Refirió que de acuerdo con el Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género de la Cámara de Diputados, nunca se ha logrado superar el cinco por ciento en el cargo de Presidentas Municipales.

A través de una iniciativa turnada a la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, la legisladora precisó que en 2008, de los dos mil 455 municipios, el 95.4 por ciento estaban presididos por hombres, mientras que sólo 112 eran encabezados por mujeres. Fue apenas ese año cuando se logró traspasar a nivel nacional el 4 por ciento de presidentas municipales.

Mencionó que en enero de 2009 existían dos mil 319 sindicaturas, de las cuales solamente 366 son ocupadas por mujeres, es decir, el 16 por ciento, mientras que la participación de hombres asciende a mil 953. De igual manera, de las 15 mil 903 regidurías existentes en enero de 2009, únicamente 4 mil 611 eran ocupadas por mujeres, el 29 por ciento.

La diputada refirió que las mujeres que ocupan espacios de poder suelen sufrir aislamiento y ser excluidas de la toma de decisiones fundamentales si no logran el apoyo mayoritario de los hombres.

“Generalmente son tratadas como minoría, ignoradas, intimidadas, predominando un ambiente masculino en el que la competencia y la agresividad son elementos básicos, características que deben ser desarrolladas por quienes aspiren a formar parte de la clase política con poder para definir y tomar las decisiones centrales de la agenda pública”, agregó.

Subrayó que las restricciones en la participación política que padecen las mujeres no están determinadas por sus cualidades individuales (aptitudes, personalidad y habilidades personales), sino que son expresión de una cultura política androcéntrica que realza los valores masculinos y establece oportunidades desiguales en el ejercicio de la ciudadanía, cuyo resultado es que la participación de las mujeres se concentre en las posiciones de base y la de los hombres en el liderazgo.

Gallegos Camarena enfatizó que la igualdad jurídica entre mujeres y hombres para participar en los espacios políticos municipales no se ha logrado traducir en una presencia equilibrada; por el contrario, el ámbito municipal ilustra una situación realmente grave debido a que la participación política de las mujeres ha quedado sumamente rezagada.

En el ámbito local, añadió, las mujeres son las principales gestoras de servicios de salud, educación, vivienda, agua potable y proyectos productivos, lo cual expresa su carácter como agentes activas del desarrollo.

“La presencia cada vez mayor de las mujeres en las instituciones y en los órganos decisorios, particularmente en el ámbito municipal, supondría una renovación de valores, ideas y formas de comportamiento beneficiosas para la sociedad en su conjunto y contribuiría a conseguir el objetivo de democracia paritaria”, destacó.

Por ello, propuso reformar la fracción VIII del artículo 115 de la Constitución Política para que las leyes de los estados establezcan que en la integración de los ayuntamientos haya representación equilibrada entre mujeres y hombres.

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