30-08-2012.- En México menos del siete por ciento de las personas mayores de 15 años realizan alguna actividad física y más del 50 por ciento de los adolescentes dedica más de 12 horas a la semana a las pantallas, lo cual han sido otro factor que provoca sobrepeso y obesidad.

De acuerdo con el informe final de actividades del Grupo Plural de trabajo integrado por diputados, para dar seguimiento a la problemática de obesidad y desnutrición, el desarrollo económico y tecnológico ha favorecido un estilo de vida “moderno”, provocando el sedentarismo y disminuyendo la frecuencia e intensidad de la actividad física en el trabajo, hogar, transporte y esparcimiento.

Mencionó que existe en promedio un maestro de Educación Física por cada 400 alumnos, llegando a ser uno por cada 1000 en algunas zonas. La clase de educación física es de 45 minutos a la semana, de los cuales sólo 9 son efectivos.

Otro factor de la obesidad, añadió, particularmente en zonas urbanas, es el hábito de consumir alimentos fuera de casa, el cual es muy alto, sin importar el nivel socioeconómico de los consumidores.

Precisó que el sobrepeso y la obesidad son enfermedad es de tipo “cultural”, causadas por los hábitos de comportamiento humano y los estilos de vida de las personas, que han sido aprendidos y generalizados en el tiempo.

Recalcó que el estado de nutrición de las sociedades es diferente porque obedece a un patrón cultural, que no es estático, y que a su vez depende en gran medida del plano, económico y social. Por lo tanto, las alternativas de prevención y solución deben adaptarse a la realidad de cada sociedad.

El informe recalca que éste es un problema multifactorial que no se resolverá con medidas aisladas de corto plazo y requiere de acciones y esfuerzos coordinados con visión de mediano y largo plazos donde participen todos los sectores: público, privado y social.

Las alternativas para revertir la prevalencia del sobrepeso y la obesidad radican en modificar el estilo de vida, sensibilizar y crear conciencia en la población sobre la salud como un valor prioritario y construir o promover hábitos de vida saludables, detalla.

Asimismo, que la educación sea un pilar estructural para el cambio de conducta; involucrar a todos los profesionales de la salud; la ciencia, la tecnología y la industria como aliados para crear nuevas opciones e incentivos al cambio de comportamiento y el gobierno como coordinador del esfuerzo de todos.

Es prioritario, agrega, emprender una campaña nacional de orientación nutricional; establecer un mínimo de requerimientos nutricionales para los alimentos y bebidas de las escuelas y la obligatoriedad de la educación nutricional.

Además, prohibir toda publicidad de comida chatarra en horarios infantiles de televisión y en todos los medios y espacios dirigidos a los niños; establecer que al menos aparezca en el 30 por ciento del etiquetado de todos los alimentos procesados y bebidas información que permita identificar si contienen concentraciones bajas, medias o altas de azúcar, grasas totales, grasas saturadas, grasas trans y sal.

También hacer obligatoria la instalación de bebederos de agua potable en dependencias federales estatales y municipales, escuelas, parques y espacios públicos y garantizar la soberanía alimentaria asegurando que el país produzca los alimentos básicos y que éstos sean accesibles a la población.

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