02-10-2012.-El Pleno de la Cámara de Diputados exhortó al Ejecutivo para que a través de la Secretaría de Economía renegocie los acuerdos comerciales para exportar tomate a Estados Unidos y usar los medios legales para defender a los productores mexicanos, ante la decisión de ese país, de poner fin a un pacto comercial con México suscrito desde hace 16 años.

Al fundamentar el punto de acuerdo de urgente resolución, el diputado Francisco Pelayo Covarrubias (PAN) subrayó que la determinación del vecino país del norte obedece a fines meramente políticos.

Los productores, principalmente de Florida, buscan aplicar un arancel al tomate mexicano del 16.5 por ciento, lo que dejaría a los productores mexicanos en desventaja comercial, advirtió.

Afirmó que en caso de que el Departamento de Comercio de Estados Unidos falle a favor de los productores de su país, se generaría un ambiente de desabasto e incertidumbre en el precio, pues la comunidad estadounidense tendrá que pagar hasta 3 veces más por cada kilo.

También perjudicaría las relaciones mercantiles con Estados Unidos, ya que el comercio de tomates con ese país está valorado en más de mil 800 millones de dólares, con lo que, además de las pérdidas que esto representaría para los agricultores nacionales, se lesionaría la competitividad mexicana de esta industria.

Puntualizó que México ocupa el primer lugar mundial de exportación de tomate, con 2 millones de toneladas e ingresos de 12 mil 700 millones de pesos anuales. Además, genera un millón 600 mil empleos directos e indirectos.

En los primeros cinco meses de 2012, las exportaciones de tomate mexicano sumaron 963.7 millones de dólares, que lo consolidan como el producto agropecuario de mayor desplazamiento en el extranjero. Ello implicó enviar 768 mil 225 toneladas, de las que 99.8 por ciento tuvieron como destino Estados Unidos y Canadá.

Dijo que la exportación anual de tomate registró un crecimiento promedio cercano a 10 por ciento, por lo que es sin duda la principal hortaliza gracias a la cual México ha desarrollado la industria hortofrutícola, tanto para abastecer al mercado interno como para exportar a Estados Unidos.

“Por lo anterior, el gobierno de México debe presentar argumentos contra la decisión del Departamento de Comercio de Estados Unidos, en particular sobre el 85 por ciento de apoyo de la producción nacional, necesario para terminar con el acuerdo de suspensión, así como reiterar los beneficios que este otorga”, explicó.

El diputado Rubén Benjamín Félix Hays (Nueva Alianza) pidió a la Secretaría de Economía inponer las restricciones comerciales a fin de apoyar a los productores nacionales en el comercio internacional, “donde el gobierno estadounidense se debe centrar en los acuerdos comerciales”.

Manifestó que el desarrollo de este sector ha permitido que miles de familias tengan la oportunidad de una vida digna ya que ha ocasionado la generación de empleos. “El comercio del tomate es de la mayor importancia para la relación comercial con Estados Unidos, ya que México es el principal proveedor de tomate de ese país”.

El diputado José Humberto Vega Vázquez (PT) exigió que también la Secretaría de Relaciones Exteriores se involucre en el problema, haciendo un frente común en defensa de la agricultura mexicana; de lo contrario, se afectaría sobre todo la producción en Sinaloa, Durango y Zacatecas.

Expresó que en caso de que el gobierno norteamericano apruebe el arancel, se desequilibraría el mercado de esa nación, ya que uno de cada dos tomates que se consumen en Estados Unidos es mexicano.
En tanto, el diputado José Soto Martínez (Movimiento Ciudadano) precisó que “los legisladores debemos respaldar la propuesta a fin de proteger a los productores nacionales y que se respeten los acuerdos internacionales, porque no es la primera vez que el gobierno de Estados Unidos comete estas anomalías”.

El diputado Héctor Narcia Alvarez (PVEM) dijo que urge una respuesta y solución de este problema, por los grandes riesgos que se corren en la economía mexicana como la pérdida de empleo y un agravamiento a la problemática alimentaria.

“No se están tomando en cuenta las opiniones de la industria mexicana, por lo que el gobierno debe usar los medios legales para defender a los productores y renegociar los acuerdos comerciales”, dijo.

El diputado José Antonio León Mendívil (PRD) aseguró que dicha medida afectaría a un millón 600 mil productores y trabajadores que dependen de esta rama, a los cuales se les acusa de exportar por debajo de su costo de producción.

Señaló que el tomate ha sido de las pocas líneas de producción agropecuaria que se han visto beneficiadas con el TLCAN, “por lo que de no actuar a tiempo estaremos importando el 50 por ciento del consumo nacional de los granos básicos”.

El diputado Gerardo Peña Avilés (PAN) expresó que es necesario hacer una revisión del acuerdo, así como llevar a cabo consultas para solucionar diferencias. “Debemos estar pendientes que la resolución de este asunto sea en beneficio de los productores mexicanos”.

Consideró fundamental que los productores nacionales cuenten con el apoyo de los diputados federales, “ya que aquí venimos a velar por los intereses de nuestro país y para apoyar las actividades que hablen bien de México”.

El diputado Heriberto Galindo Quiñones (PRI) propuso la creación de una Comisión Especial para atender, apoyar y defender a los productores de tomate mexicano. “Necesitamos el respaldo de todos los legisladores ante esta actitud de los Estados Unidos que puede propiciar la guerra contra el tomate mexicano”.

Asimismo, pidió que la Cámara de Diputados exhorte a la secretaría de Economía para que asista, asesore, defienda y coordine a los productores mexicanos, exportadores y movilice todas las relaciones diplomáticas al respecto.

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