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Boletín N°. 0946 La reforma educativa debe ser más que aplicar un examen de oposición a maestros: De la Vega Membrillo

• Los profesores no son responsables de los males que aquejan al sistema
• Investigadores presentaron en San Lázaro el libro Políticas de educación, ciencia, tecnología y competitividad

21-02-2013 El presidente de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, diputado Jorge Federico de la Vega Membrillo (PRD), consideró insuficiente una reforma educativa a los artículos 3 y 73 constitucionales que sólo quede en aplicar un examen de oposición y responsabilizar al maestro de los problemas; ello no garantiza calidad.

Durante la presentación del libro Políticas de educación, ciencia, tecnología y competitividad, dijo que la reforma educativa requiere acompañarse de acciones de fondo, mejorar estrategias pedagógicas, planes de estudio, capacitación de profesores y emitir leyes reglamentarias.

Dijo que éstas serían las leyes General de Educación, que va a normar al Instituto Nacional de Evaluación para la Educación y las del ISSSTE e IMSS, así como “otras legislaciones que puedan ser alcanzadas por la reforma educativa”, además del artículo 123 de la Carta Magna que consagra los derechos de los trabajadores.

“Tenemos trabajo por delante; ya está elaborada la reforma a los artículos constitucionales mencionados y falta darle contenido con las leyes secundarias”, dijo respecto a la reforma educativa.

Al escuchar las opiniones de académicos, el diputado De la Vega Membrillo externó: “no deja de ser impactante cuando parte de nuestra realidad se nos muestra en cifras; una sociedad como la nuestra donde cada vez más se polariza pobreza y riqueza y afecta especialmente a niños y jóvenes. Estos diagnósticos deben de ponernos en alerta e ir acompañados por acciones alternativas”.

En su momento, la diputada Dulce María Muñiz Martínez
(PRI), secretaria de la Comisión, enfatizó que después de la reforma educativa se requieren elaborar las leyes reglamentarias para lograr un cambio integral al sistema educativo nacional.

Carlota Guzmán Gómez, del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, opinó que el libro aporta una visión amplia al debate actual para atender los problemas integrales de la educación, que es relevante en lo social y económico. La virtud de la obra es que no sólo se queda en el análisis, sino hace propuestas.

Opinó que si bien hay problemas que atender, también hay avances. No estamos igual que hace 30 años en los niveles de escolaridad, que han aumentado. “Se ve a la educación como un horizonte de proyecto personal y familiar”.

Es un hecho, indicó, que existe desigualdad de oportunidades de los que pueden ingresar al sistema educativo y debe haber posibilidades de permanecer en él y egresar con carrera universitaria con oportunidades de trabajo.

No puede excluirse a cerca de 7 millones de jóvenes conocidos como “ninis”, que no tienen oportunidad de estudiar ni acceso al trabajo.

Se ha satanizado al maestro como el problema central de la falta de calidad educativa; sin embargo, todos los males no se le pueden fincar. Resaltó que falta ampliar la cobertura a nivel superior que hoy es sólo del 30 por ciento.

Estableció que una reforma no puede recaer en la evaluación ni en el maestro sino en el sistema educativo en su conjunto: formas de enseñanza, modalidades pedagógicas, infraestructura, organización escolar. “Son problemas sistémicos y se ha tendido a apuntalar al maestro como el culpable, como el responsable y que en él recaen todas las expectativas de solución”.

“Tampoco todo se puede achacar a factores externos al sistema educativo, hay problemas de precariedad de las condiciones de ciertos sectores, pero también hay problemas que le competen al interior del sistema educativo, porque de lo contrario es muy cómodo señalar que toda la tragedia viene de desigualdades estructurales económicas que no están en manos del sistema educativo”, destacó.

A su vez, Marisol Silva Laya, académica de la Universidad Iberoamericana, informó que a 30 millones de mexicanos no se les ha respetado su derecho a la educación; están excluidos del sistema, y por ello la importancia de revertir la desigualdad social y económica, así como de políticas públicas para darles acceso.

Habría que dar seguimiento a la forma que se distribuyen los recursos en el sector educativo, agregó.

José Luis Calva, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, habló de la importancia de destinar mayor presupuesto a la educación, ciencia, investigación, tecnología e innovación tecnológica.

Se ha demostrado que “lo mejor para construir el futuro de las naciones y cerrar la brecha entre países desarrollados y pobres, y mejorar el ingreso nacional por habitante para que las personas tengan una mejor calidad de vida, es invertir en ciencia, tecnología e innovación”.

Expuso que debe garantizarse la inclusión de niños y jóvenes al sistema educativo, desde preescolar hasta nivel universitario. Se necesita revertir la desigualdad educativa, social y económica; se trata de una tarea impostergable, sostuvo.

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