• El Pleno rinde tributo a Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, en sesión solemne

• Los siete grupos parlamentarios expresan sus posiciones desde tribuna

El presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Arroyo Vieyra, se pronunció por un país de libertad, cuyo destino nunca dependa de un solo patriarca y en donde exista un Congreso noble, que se enorgullezca de sus acciones no partidistas y sí universales para el servicio de la sociedad.

Un país, sí, que construya mejores instituciones. “Uno en el que quien violente las instituciones o la normalidad legal, se encuentre con la afrenta de la cárcel o de la expulsión de una sociedad, que en su mayoría quiere vivir en el marco de la ley”.

Refirió que hoy vemos en México la necesidad de medir el éxito o el fracaso de un gobierno por el número de pobres que logre abatir, y por un régimen de libertades que abarque el debido proceso, transparencia y normalidad democrática.

En su discurso, el legislador hizo un llamado a la Cámara de Diputados para que todos sus integrantes hagan un esfuerzo para lograr los consensos necesarios. “Llámense como se llamen. La hechura de la ley no tiene signo partidario”.

Señaló también que la historia es una ventana extraña en la que existen pasajes de todo tipo. Escenas gloriosas que fraguaron a nuestra Patria soberana y escenas, dijo, que nos demuestran las peores miserias y los peores personajes.

“La historia es pues, una ventana extraña en donde la normalidad democrática hace que un partido regrese al poder. Pero que éste entienda que la política no es la misma. Que tenemos que ver hacia adelante, mirando la ventana extraña para no repetir los errores del pasado y para construir un régimen que nos haga dignos a todos y que nos haga libres”.

Tras recordar el pasaje histórico de la disolución del Congreso y el sacrificio de Francisco I. Madero, de su hermano Gustavo A. Madero, de José María Pino Suárez, de Serapio Rendón, de Adolfo C. Gurrión, de Eduardo Neri y de Belisario Domínguez, hasta el arribo a la Presidencia de Plutarco Elías Calles, el diputado Arroyo Vieyra mencionó que a partir de ahí, los mexicanos hemos iniciado un largo camino del que todavía, “desgraciadamente”, no vemos fin.

No obstante, dijo, hemos llegado a varias conclusiones que parecen universales y que la rememoración de este tipo de eventos nos debe servir para apuntalar y acuñar como nuestro destino manifiesto. “Nunca un país, cuyo destino dependa de un solo patriarca. Nunca un país en donde la indigencia no nos pueda hacer libres”.

Finalmente, se pronunció por un comercio más digno y una productividad más democrática que no siga abonando “la abundante panza de los odiados monopolios”.

Del grupo parlamentario del PRI, la diputada Miriam Cárdenas Cantú destacó que hoy se honra la memoria de quienes refrendaron su vida por un México más justo, libre y democrático, garantizado solamente por la plena vigencia de la ley que otorgan las instituciones de la República.

Puntualizó que Madero fue el apóstol de la democracia y libertad. Con su lema “Sufragio efectivo no reelección” impuso el límite a la ambición de continuar en la perpetuación del poder y, con ello, se obtuvo una de las mayores transformaciones socio-políticas de la historia nacional.

Hoy, agregó, el pueblo mexicano es libre y soberano, y sobre las bases de las instituciones de la República que dejó la Revolución se construyen los acuerdos y reformas para iniciar una nueva etapa con cambio y rumbo; existe un ambiente de libertad para manifestar el disenso y pactar los cambios indispensables y las reformas legislativas que nos permitirán retomar el crecimiento económico.

“Asumimos los retos pendientes de eliminar la pobreza y el hambre que todavía laceran y enfrentamos la desigualdad social y regional que merman la coerción de la Nación; lo hacemos confiados en que no sólo a través de la democracia y sólo a través de ella, podemos mantener el orden constitucional, la paz pública y el bienestar social”, resaltó.

El diputado Luis Alberto Villarreal García (PAN) manifestó que la libertad de expresión y el sufragio efectivo siguen teniendo amenazas todos los días en el país, “por lo que es necesario afianzar una sociedad de ciudadanos libres, mejorando su bienestar y haciendo posible una generación de mexicanos regidos por la ética y la responsabilidad”.

Señaló que al igual que Madero, el gobierno debe tener claro un rumbo a largo plazo, con una perspectiva que otorgue sentido a las cosas ordinarias cada ciudadano, en cada rincón del país. “A 100 años de su muerte, el pensamiento maderista y la fuerza de la democracia siguen vigentes en mi partido y en millones de mexicanos”.
Destacó que su grupo parlamentario se rige bajo una plataforma que respeta la división de poderes y fomentan un federalismo participativo que distribuye la autoridad en cada estado y municipio, con una vocación que impulsa una agenda demócrata y ciudadana. “Sí a la fuerza de la democracia, sí a la libertad, sí a la República, va por México, va por la gente”.
El diputado Tomás Brito Lara (PRD) expresó que actualmente hay un caldo de cultivo para que naciera un movimiento como el que inició Francisco I Madero, “las mismas condiciones que había en ese entonces casi prevalecen al día de hoy, excesiva concentración del poder político, ya no solamente de un solo hombre sino de un solo partido político y concentración de la riqueza en un selecto grupo de 30 familias”.

Añadió que existen más de 12 millones de mexicanos en pobreza extrema, “la democracia no es plena todavía en el país después de aquel movimiento, primero pacífico y luego armado, iniciado en 1910”. Afirmó que está comprobado que el neoliberalismo hace más pobre al pobre y más rico al rico y “para vergüenza del pueblo de México tengamos al hombre más rico del mundo cuando tenemos a más de 50 millones de mexicanos en pobreza”.

Consideró que es prioritario traer a la memoria de los mexicanos la historia para que conozcan y valoren las dificultades que ha enfrentado la democracia para consolidarse en nuestro país, “pero sobre todo que se recuerde el sacrificio de estos hombres que se entregaron al ejercicio de gobierno con el propósito de construir un México diferente, por los ideales de una república libre, justa, democrático y constitucional”.

En su intervención, la diputada Gabriela Medrano Galindo (PVEM) destacó que Francisco I. Madero fue un hombre profundo, idealista, sencillo, bondadoso, espiritual y su sensibilidad fue lo que México necesitó para despertar y dar un salto evolutivo hacia la modernidad. “Deseamos que los mexicanos sean gobernados por líderes con principios éticos como Madero”, apuntó.

Citando al ex presidente Madero, dijo que si todos se mezclaran en asuntos públicos los pueblos estarían gobernados sabiamente y serían los hombres de más mérito y virtud los que ocuparían los cargos más elevados y no quienes buscan sus propios intereses.

Al reconocer la labor de José Vasconcelos y el General Felipe Ángeles, la legisladora Medrano Galindo exhortó a integrar sus nombres al muro de honor del Palacio Legislativo.

Por Movimiento Ciudadano, el diputado Alfonso Durazo Montaño indicó que el asesinato del ex presidente Francisco I Madero y vicepresidente José María Pino Suárez se debe ver como un reflejo de este 2013, donde suele confundirse la lealtad con la sumisión y la complicidad.

Detalló que estos personajes desempañaron su labor con dignidad, patriotismo, sacrificio y coraje que cada vez es más escaso en la actual clase política. “Es aquella lealtad, la de 1913, a la que debemos rendir homenaje con una práctica parlamentaria basada en la argumentación, el debate abierto en defensa de los intereses de la nación y la expresión de un voto libre y razonado”.

Durazo Montaño subrayó que la consolidación de un cambio requiere cancelar la ética de la complicidad para transitar hacia una clase política no sólo más democrática sino también más decente. “La calidad de un buen político no puede seguir siendo sólo cuestión de experiencia y habilidad; sino también una cuestión de valores”, agregó.

Por su parte, el diputado Ricardo Cantú Garza (PT) reiteró que el asesinato del presidente Madero y del vicepresidente Pino Suárez sirve para reflexionar sobre los grandes sacrificios que ha costado la lucha por la democracia en México.

Dijo que ellos son los más representativos, pero son muchos más los que han ofrendado su vida por la democracia. “Y con la investidura que tenemos y con las responsabilidades inherentes a nuestro encargo de representantes de la nación no podemos actuar irresponsablemente ante la coyuntura que estamos viviendo”, agregó.

Destacó que se debe privilegiar los intereses de México, es decir, de la mayoría sobre los de la oligarquía nacional y extranjera que hace cien años y ahora pretende hacer valer sus intereses facciosos en detrimento de los intereses y del bien común.
El mejor homenaje que se puede rendir a los mártires no es sólo pronunciándoles fuertes discursos y ceremonias solemnes, sino con retomando sus banderas de lucha, sus ideas, aprender de su ejemplo, de su historia y actuar en consecuencia con dignidad y valentía, afirmó.

En representación de Nueva Alianza, la diputada Lucila Garfias Gutiérrez, externó que se tiene la obligación de refrendar el compromiso con la libertad, la democracia y la formación de ciudadanía, como los caminos que debe transitar la patria hacia esos estadios de paz y bienestar que anhelaba Francisco I Madero.

“Los riesgos pueden manifestarse en desigualdad y marginación social, enconos políticos y exclusión de la ciudadanía en la toma de las decisiones, lo cual imposibilita la existencia de mexicanos libres, de ciudadanos plenos y de una democracia real”.

Dijo que si no se asume de manera plena la democracia y la libertad y se actúa en consecuencia, se puede ser cómplice del ejercicio excesivo del poder. “Es por eso que es necesario mirar al entorno social y asumir las responsabilidades que hoy la nación nos demanda”.

A la Sesión Solemne, asistió el presidente de la Cámara de Senadores, Ernesto Cordero Arroyo. También familiares de presidente Francisco I. Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez.

El Himno Nacional estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica Juvenil Eduardo Mata, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

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