• De 2001 a 2011, más de 231 mil menores sufrieron algún tipo de maltrato

• Guanajuato, Yucatán, Puebla, Coahuila, Chihuahua y Sinaloa, las entidades con mayor número de casos comprobados

24-03-2013 El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados señaló que entre 2001 y 2011 más de 231 mil niños sufrieron algún tipo de maltrato, lo que representó 20 por ciento del total de hechos denunciados ante el Ministerio Público.

Detalló que de acuerdo con la Red por los derechos de la Infancia en México (2012) las entidades con mayor frecuencia y número de casos de maltrato infantil comprobado son Guanajuato, Yucatán, Puebla, Coahuila, Chihuahua y Sinaloa.

Las entidades con menor frecuencia durante ese período fueron: Veracruz, Hidalgo, Baja California Sur, Michoacán y Nayarit. Además, 2008 fue el año en que se comprobó el mayor número de casos de maltrato infantil, con casi 34 mil casos.

A través del documento “Algunas consideraciones sobre el maltrato infantil en México”, el CESOP resaltó que Chiapas y Oaxaca, aunque no ocupaban los primeros lugares, fueron las entidades con el mayor número de casos comprobados de maltrato infantil en 2008 con casi 8 mil casos y poco más de cuatro mil, respectivamente.

Subrayó que los niños más pequeños sufren mayor riesgo de violencia física, mientras la de tipo sexual afecta predominantemente a la población femenina adolescente.

Ante ello, el CESOP planteó establecer una política integral en la que participen los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, así como los tres niveles de gobierno, con la finalidad de mantener a los niños y adolescentes al margen de la violencia.

Precisó que de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2010 realizada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), tres de cada 10 niños manifestaron que sus papás les han hecho llorar, y uno de cada cuatro que han sufrido golpes en su casa.

En el documento la Situación de la familia y la infancia en México 2011, destacó, se muestra que la mayoría de los adultos considera que la corrección de los niños debe hacerse primeramente platicando (67%); en segundo lugar, regañando (17%) y por último (15%) castigando. Sólo uno de cada 100 considera que se les debe golpear.

Durante 1999 a 2004, refirió, los maltratos más frecuentes detectados por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) fueron el físico 29.7 por ciento (más de 43 mil menores), la omisión de cuidados con 25.2 por ciento (37 mil niños), y el emocional, 22.9 por ciento (casi 34 mil pequeños).

El CESOP detalló que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 1999 afirmó que una tercera parte de los hogares mexicanos padecía violencia: 34 por ciento de tipo emocional; 5.4 por ciento, intimidación: 3.9 por ciento, física y 0.5 por ciento, sexual. Además, la violencia hacia los menores de cuatro años tiene una proporción mayor de violencia física, 5.9 por ciento y sexual, 0.7 por ciento.

Argumentó que en el plano internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en el orbe 150 millones de niñas y 73 millones de niños (menores de 18 años) fueron forzados a tener relaciones sexuales o experimentaron otras formas de violencia sexual durante 2002.

Por otra parte, el Informe Mundial sobre la Violencia contra los Niños y Niñas de las Naciones Unidas señala que en África Subsahariana Meridional, Egipto y Sudán, tres millones de niñas y mujeres jóvenes son sometidas a mutilación genital femenina anualmente.

Además, en el mismo informe la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reportó que en 2004, a nivel mundial, 218 millones de menores laboraban y 128 millones realizaban trabajos forzosos.

En el documento, el CESOP resaltó que las consecuencias del maltrato infantil son diversas, pues se ha demostrado que un niño agraviado en su seno familiar, en el futuro como padre o madre de familia podría reproducir el tipo de violencia que recibió como mecanismo de educación o corrección.

Destacó que diversas encuestas demuestran que los adultos ejercen el control sobre los derechos de los niños; una gran parte considera los castigos, regaños y violencia física como una forma de corregirlos cuando se portan mal.

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