04-11-2013.- El presidente de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, José Luis Muñoz Soria (PRD), denunció que la página web oficial de la Cruzada Nacional contra el Hambre http://sinhambre.gob.mx/ no tiene actualizada la información respecto a la rendición de cuentas sobre el cumplimiento de sus metas; indicadores y evaluaciones del programa matriz, así como la distribución del presupuesto asignado a cada uno de los 70 programas.

Lo anterior, dijo, contraviene lo establecido en la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, por lo que propuso exhortar a la titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles Berlanga, informe sobre el avance y cumplimiento de los objetivos y metas del Sistema Nacional para la Cruzada contra el Hambre, así como el de los 70 programas que intervienen para su cumplimiento.

Mencionó que la población objetivo de la Cruzada está conformada por las personas más pobres del país; sin embargo, el diputado indicó que en la primera etapa, la Sedesol seleccionó a 67 por ciento de un total de 7.4 millones de personas elegidas como población objetivo a través de un criterio prioritario no estricto, donde “se privilegió la cantidad y no necesariamente a aquellos más pobres”.

Destacó que el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el ejercicio fiscal de 2013 presentó una asignación original de 95 mil 251.8 millones de pesos para la Cruzada Nacional contra el Hambre.

Señaló que la propuesta del Ejecutivo en el proyecto de Presupuesto para el Ejercicio Fiscal de 2014 aumenta el presupuesto en 20.92 por ciento con relación a 2013, es decir 19 mil 935.70 millones de pesos más.

“En el tema presupuestal se observa una alta variación en los montos asignados, teniendo como constante una reducción monetaria y, por ende, de cobertura. Aunque no hay datos precisos en torno a la población beneficiada, en la experiencia internacional se observa que los programas productivos no cubren ni uno por ciento de la población de menores ingresos”, señala.

Consideró necesario vigilar estrictamente el cumplimiento de los objetivos y metas de la Cruzada, luego de que el pasado 17 de octubre, al celebrarse el Día Mundial de la Alimentación, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ratificó que en México no son 7 sino casi 25 millones de mexicanos los que sufren hambre y comen lo que pueden una vez al día

Muñoz Soria aseguró que de acuerdo con el informe del Coneval, la Cruzada Nacional contra el Hambre tiene imprecisiones en su diseño y está basado en un modelo brasileño caduco que ya no está vigente e indica que no se tiene claro el concepto de hambre, ya que utiliza distintas definiciones y se desconoce si usa el criterio de carencia de acceso a la alimentación del Coneval o si se refiere a quienes padecen desnutrición.

El diputado destacó que el Coneval no está en condiciones de señalar la eficiencia de las políticas sociales de la Cruzada Nacional contra el Hambre, ya que desconoce la proporción del ingreso de los beneficiarios que ha mejorado a partir de estas acciones.

“En una cruzada contra el hambre, contar con esta información es fundamental para lograr diseños de política efectivos”, lamentó.

La Cruzada contra el Hambre se implementa en una primera etapa en 400 municipios de los estados de Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Oaxaca, Puebla y Veracruz, seleccionados con base en la incidencia de pobreza extrema.

La Sedesol utiliza 70 programas vinculados de la administración pública federal para la implementación de la Cruzada, entre los que destacan el Programa de Infraestructura Básica para la Atención de los Pueblos Indígenas (PIBAI), Programa de Desarrollo de Capacidades, Innovación Tecnológica y Extensionismo Rural, Programa de Becas de apoyo a la Educación básica de Madres Jóvenes y Jóvenes Embarazadas, además del Programa de Apoyo para la Productividad.

El Sistema Nacional para la Cruzada contra el Hambre, también conocido como Sin Hambre, tiene como fin erradicar el hambre a partir de una alimentación y nutrición adecuada de las personas en pobreza multidimensional extrema y carencia de acceso a la alimentación.

Otro de sus objetivos son atender la desnutrición de niños de 0 a 5 años, mujeres embarazadas y madres lactantes; aumentar la producción de alimentos y el ingreso de los campesinos y pequeños productores agrícolas, además de minimizar las pérdidas post-cosecha y de alimentos durante su almacenamiento, transporte, distribución y comercialización.

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