• El CEAMEG presentó el libro “Una mirada de mujer frente al 2012”
• La solidaridad y la fe, elementos básicos para empoderarlas
• Hacer política con mirada femenina, con pasión y convicción

07-11-2013.- La democracia de México se consolidará y estará completa sólo con una mayor participación de la mujer en la política, a fin de que contribuya a diseñar las estrategias públicas que alienten igualdad y equidad entre los ciudadanos, afirmó la diputada del PAN, Adriana González Carrillo, al reseñar el libro “Una mirada de mujer frente al 2012”.

Durante un evento organizado por el Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG), presidido por la diputada del PAN, Flor de María Pedraza Aguilera, se presentó esta obra escrita por Maru López Braun, la cual contiene novedosas historias de cinco políticas mexicanas y sus reflexiones.

Mediante entrevistas a Beatriz Paredes Rangel, Dulce María Sauri Riancho, Rosario Robles Berlanga, Amalia Dolores García Medina e Ivvone Ortega Pacheco, la autora muestra una visión humana y femenina del quehacer político que han ejercido desde diferentes puestos públicos y de elección popular, como gobernadoras, secretarias de Estado, diputadas y senadoras.

Las diputadas del PAN, Pedraza Aguilera y González Carrillo, coincidieron en que el reto de la sociedad mexicana en el Siglo XXI es “construir una generación que sea guiada por la solidaridad. La democracia debe consolidarse a partir de la solidaridad, el compartir experiencias, tender la mano y empoderar a otras mujeres, esa es la responsabilidad”.

Amalia Dolores García Medina, diputada del PRD, sostuvo que a las mujeres “nada les ha sido regalado, no es cuestión de suerte”; su presencia en la vida pública es producto de un esfuerzo y trabajo sostenidos para superar la subordinación y la marginación, todavía ejercidas al interior de los partidos políticos. Hay avances pero prevalecen resistencias masculinas para abrir cauces a las mujeres, reconoció.

La solidaridad y la fe que se tengan las mujeres mexicanas son los ingredientes para lograr el respeto, el reconocimiento y “mover al país”. Aseguró que la sociedad tiene una visión más abierta e incluyente que los políticos varones, ya que la ciudadanía sí acepta a las mujeres como sus dirigentes.

García Medina propuso imprimir “un sello de mujer” a los derechos, para establecer un modelo de igualdad de género en la vida de México.

Al participar, la diputada del PRI, María de Jesús Huerta Rea, advirtió que las mujeres deben aprender y saber que hay espacios para todas. Tiene que eliminarse el miedo para convencerse qué se quiere y sólo así revertir lo que se dice a las mujeres en los partidos: “no te toca, le toca al otro”. “Si no es tómbola”, precisó, porque es un derecho el participar en la política y en la vida pública.

Destacó la importancia del libro “Una mirada de mujer frente al 2012” porque refleja el sentir de mexicanas a las que no les ha sido fácil llegar a ocupar un lugar en la política, sobre todo porque en la elección del año pasado había que recobrar la confianza del electorado.

“En el Siglo XXI debe construirse la equidad social en México”, a través de hacer política “con mirada de mujer, con pasión y convicción”, indicó Huerta Rea.

Demandó dejar de lado, partidos e ideologías para que las legisladoras fortalezcan la presencia femenina en el Congreso. En la Cámara de Diputados existen 188 parlamentarias, poco más del 37 por ciento del total, por lo que urgió a trabajar de forma unida e incrementar su participación.

La autora Maru López Braun sostuvo que la suerte se construye, y el que las féminas ocupen cargos públicos o de dirección no son un regalo, por lo que convocó a las mujeres mexicanas a dejar de ser víctimas y tomar en sus manos las riendas de sus vidas, para que desde su trinchera romper el paradigma de subordinación. Decidirse a hacer, “ir, no pedir permiso, ya que se gana o se pierde”, lo importante es participar.

La directora general del CEAMEG, María Isabel Velasco Ramos, señaló que esta obra contribuye al aprendizaje no sólo de las mujeres, sino de los hombres para construir, en un marco de solidaridad, un nuevo modelo de convivencia de la sociedad mexicana, equitativo y de respeto para todos. Urgió a que sean las mujeres las primeras solidarias con su género, porque ha costado mucho esfuerzo cambiar esta visión para sumar en lugar de restar.

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