A pesar de reconocer que en la protección de derechos humanos el país ha tenido avances "fundamentales", el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes, reveló que durante 2004 se atendieron 10 mil 729 asuntos planteados personalmente, 24 mil 787 consultas telefónicas y registró 3 mil 914 expedientes de queja, afectando, "indirectamente, la sobrepolitización de los asuntos nacionales".

"Afecta también a los derechos humanos, indirectamente, la sobrepolitización de los asuntos nacionales, pues así todo se vuelve objeto de sospecha y muchas de las posibles soluciones no se toman, porque se considera que corresponden al interés o a la lógica interna de tal o cual partido", afirmó.

Al presentar su informe anual correspondiente al año 2004 ante el Pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, Soberanes Fernández destacó que las prisiones del país son el último eslabón de la seguridad pública y que, de no atenderse, repercutirá en la sociedad mexicana.

Señaló que la situación en los Ceferesos es un tema que a nadie le interesa, por lo que hizo un exhorto para que estos "focos rojos" se atiendan cuanto antes, de lo contrario "se puede desatar una ola de violencia en la República".

Asimismo, negó que lo suscitado en los penales sea una confrontación con el Estado mexicano, sino entre diversos cárteles para hacerse del poder. "La desatención en los penales, es la que ha propiciado esto".

En el caso de los feminicidio de Ciudad Juárez y Chihuahua, José Luis Soberanes señaló que "tras el Informe especial emitido por la Comisión y cuyas propuestas se han cumplido sólo parcialmente, se han generado nuevas estructuras burocráticas, pero el patrón de los homicidios no ha variado sustancialmente ni se ha dado respuesta a la pregunta fundamental: ¿quién las mató y por qué?".

El Presidente de la Comisión aseguró que actualmente las quejas presentadas ante este organismo son por maltrato y extorsión a migrantes, tanto mexicanos como extranjeros, por abusos y desatenciones a personas de sectores vulnerables de la población, como son los niños, las mujeres, los seropositivos y las personas de la tercera edad.

"Hemos constatado la existencia de casos de discriminación en escuelas por motivos religiosos y son frecuentes las denuncias por la débil o nula vigencia de las leyes laborales en las llamadas 'zonas de frontera', como sucede con los jornaleros en campos agrícolas del noreste", resaltó.

Las autoridades señaladas con mayor frecuencia, aseguró, como presuntas responsables de violación a los derechos fundamentales fueron: la PGR, el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social de la SSP, la SEP, la Sedena, y el ISSSTE.

Entre los funcionarios federales a los que se dirigieron mayores recomendaciones se encuentra el Director General del IMSS con 16; el Secretario de Educación Pública con 5; el Secretario de Marina con 3; el Director General del ISSSTE y la Procuraduría General de Justicia Militar se hicieron acreedores a dos.

En el caso específico del IMSS, José Luis Soberanes destacó que "las condiciones de esa institución se agravan por la actitud inexplicable de su Dirección de ese organismo al rechazar sistemáticamente nuestras recomendaciones, lo que repercute negativamente en la calidad de la atención médica prestada y envía un mensaje preocupante a la sociedad por la acumulación de deficiencias no atendidas".

En total, durante 2004 fueron 96 las autoridades e instituciones a las cuales se dirigieron las 92 recomendaciones emitidas, de las cuales 39 corresponden a la competencia original de la CNDH y 53 a recursos de inconformidad.

De las recomendaciones emitidas 25 autoridades no las aceptaron. De estas últimas, 10 pertenecen a la competencia original de la CNDH entre las que se encuentran el Director General del IMSS en 7 casos; el Secretario de Marina en dos oportunidades, así como el Director General del Hospital General de México de la Secretaria de Salud, en una ocasión.

Finalmente, el Presidente de la Comisión aseguró que "la vigencia de los derechos humanos es el corazón de la democracia, por ello sostenemos que para la cultura democrática es inaceptable el concepto de que hay 'tragedias inevitables', como se nos quiere hacer creer que fue la naturaleza de los hechos de Tláhuac, o en el caso de las mujeres asesinadas de Ciudad Juárez.

"En la vida social nada es fatal o inevitable. Lo inevitable sólo ocurre cuando se está ante las fuerzas desatadas de la naturaleza y aún en esos casos los daños son menores su existe la intervención oportuna de las instituciones y de la propia sociedad", concluyó.

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