Horacio Duarte Olivares, presidente de la Sección Instructora, hizo un llamado a los diputados de PRI y el PAN que integran esa instancia para que revisen pulcramente el expediente del caso del Jefe de Gobierno capitalino, particularmente en lo que se refiere a la delimitación exacta de las dimensiones del predio El Encino, como parte fundamental para determinar dónde se encontraban los accesos al terreno.

El diputado del PRD aseguró que inhabilitar políticamente las aspiraciones presidenciales de Andrés Manuel López Obrador representaría un golpe duro a la democracia y a la legitimidad de las instituciones, que conllevaría eventualmente a poner en riesgo la gobernabilidad y la estabilidad económica.

El presidente de la Sección Instructora presentó una serie de planos y fotografías aéreas del predio de el Encino para argumentar que la presunta dueña del predio vendió una porción de la parte sur a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para la construcción de un tramo de la autopista México-Toluca.

Sin embargo, explicó, la parte vendida ya no correspondía al predio, por lo que éste necesariamente modificó su colindancia en la parte norte, hecho en el que sustentó la argumentación de que el área de terreno que, supuestamente, se afectó y donde estaban los accesos, ya no corresponde a la zona expropiada, sino a un predio contiguo llamado Lomelí.

Respecto de la parte sur, el perredista explicó que en 1984 fue levantada una parte como poligonal llamada Escobedo por Servimet, estableciéndola en 100 mil metros cuadrados al momento de abarcar dos predios: El Encino y Lomelí.

Duarte Olivares citó la resolución del juez noveno de Distrito el día 14 de marzo de 2001 cuando otorga la suspensión: "lo procedente es conocer la suspensión definitiva para el único efecto de que las autoridades responsables paralicen los trabajos de apertura de vialidades sólo en la parte de las fracciones expropiadas que servían de acceso al predio denominado El Encino y así como para que se abstenga de bloquear o cancelar los accesos al predio de la parte quejosa".

Con la modificación de las colindancias de El Encino hacia la parte norte, Horacio Duarte aseguró que en la parte por donde cruzaba la Avenida Vasco de Quiroga se encontraba un acceso que ya no correspondía al predio original, sino que habían "brincado" dentro del llamado terreno Lomelí.

De toda esta argumentación, el diputado concluyó que según el dueño de Escobedo su terreno comienza desde más abajo y los puntos de referencia obligan que cuando se realizan los trazos hacia el norte para obtener los 86 mil metros, se mueva la punta norte y da como consecuencia de que si tomáramos como referencia lo que ya vendió, el predio El Encino se corre hacia el sur y donde estaría la zona expropiada hacia el norte, ni siquiera lo tocaría en una porción menor".

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