Las evaluaciones cuantitativas y cualitativas que se han hecho reflejan la clara necesidad de revisar el sistema educativo nacional y proyectar una revolución en la materia, la cual se encuentra pendiente ya que ésta es una de las transformaciones y prioridades más importantes que no se han atendido y que le significarán a México años de rezago y retraso en caso de no hacerlo.

Así lo advirtió el secretario de la Comisión de Educación y Servicios Educativos de la Cámara de Diputados, Guillermo Aréchiga Santamaría, quien explicó que la revisión tiene como objeto dar la pertinencia social, es decir que vaya acorde a la realidad que vive nuestro país.

La intención, dijo, es dar la calidad para insertarnos en el mundo global en el que hoy se vive, así como dar equidad para atender al México de las zonas urbano marginadas que se encuentran muy por debajo, incluso, de la media de los indicadores nacionales.

Consideró que hay que llevarlo a cabo con estos objetivos para encontrar el camino y resolver este “nudo” en el que la República se encuentra y que no puede seguir esperando.

El legislador del PRI, aseguró que muchas de las metas no se han alcanzado, incluso las que estaban programadas dentro del programa Nacional de Educación, ya que algunas de las que específicamente estaban planteadas se han visto reducidas a una serie de programas muy marginales.

Precisó que informes como el del Instituto Nacional de Evaluación (INEE) en el que se refleja que más de 3 millones de estudiantes de primaria, secundaria y preparatoria reprobaron durante el 2004, reflejan claramente la situación.

“Esto, no nos debe de engañar, hay que revisar la educación básica en su conjunto para replantear lo que queremos en la materia. Tenemos que verla como un conjunto para discutir qué perfil queremos el egresado de la educación básica, esto es parte del sistema de transformación del Sistema Educativo Nacional”, explicó.

Señaló que el problema no comenzó en esta administración sino desde hace tiempo, desde los años 70, cuando se dejó de invertir y la educación dejó de ser prioridad, pues cayó la inversión por alumnos, se masificó y la escuela que antes tuvo en sus aulas alumnos de todas las clases sociales se fue dividiendo para ser una educación que dejó de corresponder al mercado laboral y necesidades sociales.

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