La Auditoría Superior de la Federación (ASF) afirmó que "la sostenibilidad fiscal" de la deuda del Distrito Federal se verá afectada negativamente en los próximos cinco años, porque los ingresos disponibles se han estancado y el nivel de pagos del servicio de los créditos se incrementará significativamente.

Este señalamiento figura en el informe del Resultado de la Revisión y Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2003, que analizaron integrantes de la Comisión de Vigilancia de la ASF, en una reunión en la que los diputados expresaron diferencias sobre la deuda del Distrito Federal y su impacto.

En declaraciones a la prensa, previo a la reunión, Salvador Sánchez Vázquez (PRI), presidente de la Comisión de Vigilancia de la ASF, aseguró que la deuda pública del Distrito Federal casi se duplicó, nominalmente, entre 1999 y 2003, al pasar de 22 mil millones 962 mil pesos a 41 mil millones 634 mil pesos.

En el informe de la ASF, se establece que se revisó un monto de nueve mil millones de pesos, que representa el total de los recursos crediticios que se dispusieron en el 2003, con objeto de financiar las obras y proyectos autorizados en el Presupuesto de Egresos del Distrito Federal.

El informe señala que en términos generales las autoridades del Distrito Federal cumplieron con los ordenamientos legales y normativos que rigen la contratación, registro y control de las operaciones de la deuda, pero señala algunas observaciones y realiza varias recomendaciones.

En el capitulo que se refiere a la "evaluación del riesgo y sostenibilidad de la deuda pública" del gobierno del Distrito Federal, establece que la normatividad que rige para estas autoridades no les permite determinar los riesgos implícitos de contratar deuda.

Recomienda establecer un instrumento de planeación para anticipar las posibles perturbaciones económicas y financieras que puedan afectar en el mediano plazo la evolución de sus finanzas, para fortalecer su capacidad de pago.

Casi el 100 por ciento de los recursos financieros se contrataron en moneda nacional con instituciones crediticias del país (banca comercial y de desarrollo) y, en consecuencia, la deuda se mantiene al margen del riesgo asociado al deslizamiento cambiario.

Sin embargo, indica el informe, la estructura de vencimiento de la deuda mostró una evolución desfavorable, toda vez que en 1999 los plazos de vigencia de los créditos contratados promediaron 12.9 años, mientras que en 2003 la media fue de 7.9 años.

Lo mismo sucedió con los periodos de amortización del capital, los cuales en 1999 promediaron 10.6 años y en 2003 se redujeron a 5.8 años.

A corto plazo la deuda del Distrito Federal no presenta problemas de sostenibilidad, entendida como la capacidad de reembolso de la entidad para hacer frente a sus obligaciones financieras,

Sin embargo, en los próximos cinco años se verá afectada por la reducción real de los ingresos, la evolución de las tasas de interés (ya que toda está contratada a tasa variable) y por la curva de vencimiento de la deuda.

Este tema provocó comentarios encontrados entre los diputados del PRD y de los otros partidos, presentes en la revisión de este informe.

Salvador Vega Casillas (PAN) dijo que los riesgos que ha asumido el gobierno del Distrito Federal en la contratación de la deuda y los tiempos para amortizar los pagos, evidencian que "sólo está calculando" terminar la presente administración, en el 2006, y dejará el problema a las próximas autoridades.

Cesar Chávez Castillo (PRD) recordó que el monto de la deuda corresponde al autorizado por la Cámara de Diputados y señaló que el 54 por ciento de ésta se realizó entre 1994 y 1996, el 18 por ciento entre 1996 y el 2000 y sólo el 3.3 por ciento entre el 2000 y 2004.

Dolores Padierna (PRD) aseguró que las autoridades capitalinas cumplieron con toda la normatividad, no se rebasaron los límites autorizados y consideró que si el Distrito Federal acumuló el mayor número de observaciones entre todas las entidades federativas del país, es porque fue la más auditada.

MB/JGM