El ex embajador ante la ONU, Porfirio Muñoz Ledo, apremió al Congreso de la Unión para que, a través de sus dos comisiones de relaciones exteriores, convoque a todos los actores políticos y organizaciones no gubernamentales a debatir y elaborar una nueva política exterior de México.

Entrevistado antes de participar en el foro “Modelo de las Naciones Unidas del Congreso de la Unión, Parlamun 05”, Muñoz Ledo consideró indispensable que se llame a ese debate antes de que comiencen las campañas electorales para los comicios presidenciales del 2006.

Se pronunció porque en esta discusión deben participar el Gobierno Federal, los partidos políticos, los grupos parlamentarios representados en ambas cámaras y organizaciones no gubernamentales, para recuperar la dignidad de la política exterior del país.

México debe recuperar la “gran” política exterior y el liderazgo internacional antes de que “vengan” los candidatos e inicien “el jaloneo”, porque de lo contrario el fortalecimiento del Estado mexicano será más difícil, indicó en su calidad de Presidente del Centro Latinoamericano de la Globalidad.

Consideró que en el año 2000 no se aprovechó la coyuntura que representó la legitimidad de la transición democrática para incorporar la tradición de la diplomacia mexicana en la política exterior.

“Independientemente del régimen político, fuimos respetados y tuvimos una fuerza enorme, éramos un referente para los otros países por la claridad de nuestras posiciones, el prestigio de México era porque todos los países sabían que teníamos una política exterior propia y que la ejercíamos con independencia y con dignidad”, abundó.

Muñoz Ledo dijo que el problema de la política exterior mexicana viene desde la presidencia de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), etapa en la cual se entregaron muchos intereses nacionales por la prisa de firmar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y Canadá.

“Se debilitó el Estado, se perdió la dignidad de la política exterior y se entregaron tesoros fundamentales del país en aras de un TLC. Todo eso hay que reconstruirlo”, agregó.

Sobre las descalificaciones que se han registrado entre los gobiernos de México y Estados Unidos sobre la violencia en la frontera común, consideró que se trata de una “política banquetera” en la que se dicen cosas sin ninguna medida.

No obstante, reconoció que en el problema de la seguridad fronteriza el Gobierno de México tiene razón, ya que se tiene que resolver a través de un acuerdo y cooperación con Estados Unidos. “No puede ser que ellos se encarguen de la frontera para allá y nosotros para acá”, agregó

También se refirió al pacto político al que convocó la Secretaría de Gobernación y aseguró que éste no tendrá ninguna utilidad. “Si quieren mejorar el proceso electoral que reformen la ley y no que nada más firmen un papelito que va a ser letra muerta”, agregó.

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