El presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, Ángel Aguirre Rivero (PRI), calificó de insuficientes los tres mil millones de pesos adicionales que propuso el presidente Vicente Fox para enfrentar los daños causados por los huracanes en el sur-sureste del país.

“Lo que está planteando el Presidente es insuficiente. El monto de los recursos para reconstruir el sureste, en principio, creemos que asciende a 20 ó 30 mil millones de pesos”, indicó.
El presidente Fox dijo ayer domingo que solicitará a la Cámara de Diputados recursos extras para el Fondo Nacional de Desastres (Fonden) por tres mil millones de pesos, para las zonas afectadas por los huracanes, con lo que ésta instancia tendría un total de 12 mil millones de pesos.
Recogemos con beneplácito que el Presidente proponga a la Cámara tres mil millones y la hacemos nuestra, afirmó el diputado priísta.

Informó que esta mañana se reunieron diputados del PAN y PRI con el subsecretario de Egresos, Carlos Hurtado, para precisar qué monto del presupuesto 2005 se destinará a las zonas afectadas, así como cuáles serán los recursos que se destinarán dentro del presupuesto 2006.

Nosotros pretendemos, añadió, que del presupuesto 2005 se tomen tres mil o cuatro mil millones de pesos y que del 2006 podamos abrir un anexo especial para infraestructura del sureste.

Recordó que la Comisión de Hacienda y Crédito Público se reunirá esta tarde para analizar un proyecto de dictamen sobre la Ley de Ingresos 2006, con el propósito de presentarla ante el Pleno en la sesión de mañana martes, en primera lectura.

Expresó el interés de los legisladores porque en el Presupuesto de Egresos 2006 se incrementen los recursos para los estados afectados por los huracanes.

La cantidad que destinaría la Cámara de Diputados no sería menor de 15 mil o 20 mil millones de pesos, recursos que se emplearían en reconstrucción de infraestructura de carreteras, agua potable y drenaje, programas del campo y vivienda, agregó.

Aseguró que el dinero se obtendría de reasignaciones que emanarían de un incremento al estimado del precio del petróleo, de un mayor esfuerzo recaudatorio y de quitar el 0.2 del superávit fiscal propuesto por el Gobierno Federal.

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