Millones de latinoamericanos emigran hacia países más desarrollados, como Estados Unidos, por factores esencialmente económicos, afirmó el presidente de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, Heliodoro Díaz Escárraga, al inaugurar la II Reunión de la Comisión Parlamentaria Mixta México-Unión Europea.

Los migrantes buscan oportunidades y mejores condiciones de vida, indicó.

Recordó el desarrollo asimétrico que se registra en las naciones del Continente Americano y resaltó la importancia de que en este encuentro parlamentario se analice el papel que, en la integración europea, han jugado los Fondos Estructurales y de Cohesión.

Dijo que estos Fondos han sido un instrumento de política económico-social de la Unión Europea en apoyo de las naciones más pobres y han alentado un desarrollo regional equilibrado.

Díaz Escárraga se pronunció porque en el continente Americano se exploren propuestas similares para impulsar el desarrollo regional y con ello arraigar a la población en sus países de origen.

Los principales Estados receptores, como Estados Unidos, aprovechan la fuerza laboral y los impuestos de estos migrantes y, al mismo tiempo, planifican y ejecutan medidas de contención.

“Paradójicamente –agregó-, la migración les resuelve y les crea, al mismo tiempo, problemas”.

Tras señalar que la migración es útil para los países que la reciben porque genera riqueza económica, social y cultural, el diputado del PRI dijo que, sin embargo, “políticamente hay quienes ven en ella una amenaza a su seguridad, un atentado a su integridad cultural, a su identidad como nación y a su futuro”.

Señaló que en algunos países ricos existen sectores que quieren encontrar soluciones en la construcción de muros o en la criminalización del fenómeno migratorio y puso de ejemplo la llamada Ley Sensenbrenner, aprobada en la Cámara de Representantes de Estados Unidos en diciembre pasado.

“La solución verdadera está en la cooperación internacional”, agregó

Dijo que las naciones ricas deberían generar políticas que arraigaran a la gente de los países emergentes en su propio suelo, propiciando condiciones de crecimiento y bienestar social equilibrado a nivel continental y mundial.

“Quien tiene satisfactores a sus necesidades básicas en su tierra no busca encontrarlos en alguna otra parte”, agregó.

Se preguntó ¿por qué no pensar en que mediante Fondos Estructurales y de Cohesión –que en Europa han resultado exitosos para reducir los desequilibrios en el desarrollo regional- pudiera proporcionarse ayuda financiera a los países expulsores de migrantes, para que creen infraestructura y empleo?

También se cuestionó ¿por qué no canalizar parte de los recursos que actualmente se destinan a la guerra, a la defensa, a la seguridad nacional, en los países hegemónicos, a programas de combate a la pobreza en las naciones subdesarrolladas?

JGM