Consejeros del IFE y diputados del PRD coincidieron en que la incorporación de los datos de la Cédula Única de Registro de Población (CURP) a la credencial de elector, como un elemento adicional de seguridad, podría trastocar la confianza de los ciudadanos y pondría en riesgo la autonomía del Instituto Federal Electoral.

Al participar en una reunión de trabajo con los integrantes de la Comisión de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados, el consejero Virgilio Andrade afirmó que el proyecto de reforma a la Ley General de Población para incorporar la CURP a la credencial para votar, podría “trastocar la confianza del ciudadano”, en lo concerniente a la autonomía, al trasladar el padrón a la Secretaría de Gobernación.

“Este concepto de modelo de credencial y el origen de la misma, a través de la autonomía, se pone en contradicción con la pretensión de que un órgano de gobierno absorba las bases de datos para conformar la Cédula de Identidad Ciudadana”, dijo.

El diputado se pronunció por analizar la conveniencia de expedir un nuevo documento que sirva como cédula de identidad, mientras que la credencial del IFE se utilice sólo para votar.

El consejero Rodrigo Morales Manzanares indicó que la propuesta de un control de convalidación en la credencial para votar por parte de Gobernación para convertirla en cédula de identidad “acotaría la autonomía del IFE”, ya que se sujetaría al control del Ejecutivo Federal, lo cual se podría interpretar como “injerencia del Gobierno”.

“El IFE está obligado a velar por su atribución constitucional de ser la autoridad que tiene, entre otras tareas a su cargo, de manera integral y directa, la construcción del padrón y la conformación de la lista de electores”, subrayó.

El legislador detalló que la iniciativa no precisa el impacto económico de la medida, ya que se propone una vigencia de 15 años, pero no se establece si se deberán cambiar todas las credenciales.

Abundó que de aceptar el proyecto de reforma, se podría cuestionar la operatividad de las elecciones, así como la capacidad institucional de mantener actualizado el padrón electoral en los tiempos requeridos.

“Un segundo efecto (…) es mezclar dos esferas que debieran mantenerse separadas: lo electoral, como autónomo del gobierno para no generar susceptibilidades en la población, y lo que corresponde netamente al Registro Poblacional y a la identidad que, según la ley vigente, debe estar en manos del Ejecutivo”, precisó.

Dijo que validar la credencial de elector como cédula de identidad “equivaldría a contaminar un excelente instrumento para votar imputándole requerimientos con los que nunca fue concebida”.

En tanto, el director del Registro Federal de Electores, Alberto Alonso y Coria, sostuvo que la propuesta no establece cómo se realizará la validación por parte de Gobernación; cuándo y cómo se incorporaría la CURP en la credencial y la confidencialidad de la información establecida en el artículo 135 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales.

“Si el ciudadano nos proporciona la CURP y se publica, hay que recordar que dicha información (…) se convierte en confidencial. Y la pregunta es por qué la CURP en la credencial. (…). Si la Secretaría de Gobernación quiere cruzar información con otra base de datos, tendría limitantes para hacerlo porque los datos se convertirían en confidenciales”, añadió.

Por su parte, el diputado Juan Antonio Guajardo, presidente de dicha comisión, indicó que el IFE es una de las instituciones con mayor credibilidad en México que goza de reconocimiento internacional, debido a la certidumbre y seguridad que proporciona a los ciudadanos la credencial para votar con fotografía.

“El incremento en los niveles de seguridad son garantía de certidumbre y estabilidad, particularmente en momentos en que la volatilidad del ambiente político amenaza con desbordar los cauces institucionales”, refirió.

La diputada Rosa María Avilés (PRD) señaló que su grupo parlamentario no está de acuerdo con el documento, por lo que se pronunció por cambiar su redacción para no poner en riesgo la autonomía del IFE.

“Intentamos que no fuera una acción de ordenar. Debería haber quedado como algo opcional de que si el IFE se decidía a incorporar el CURP a la credencial de elector, la Secretaría de Gobernación pasaría la base de datos correspondiente al IFE”, sostuvo.

Juan José García Ochoa (PRD) se pronunció porque la clave única se agregue a la credencial de manera paulatina cuando los ciudadanos soliciten una renovación.

SH