El combate al narcomenudeo requiere de la coordinación eficaz de las instituciones policiales en los tres niveles de gobierno, así como reformas legales y mayores recursos económicos, afirmó el secretario de Seguridad Pública Federal, Eduardo Medina Mora.
“Sólo ganaremos la batalla, con la participación articulada y firme de los Estados, los municipios y de los ciudadanos”, precisó.
Al comparecer ante el Pleno de la Cámara de Diputados, el funcionario dijo que “el Estado Mexicano tiene que actuar como tal, unido en su integridad, y no escudarnos en argumentos de competencia o jurisdicción para dejar de asumir una responsabilidad de esta magnitud”.
Manifestó la necesidad de una reforma estructural del sistema de seguridad pública y procuración de justicia, que tenga al federalismo y la coordinación como premisas básicas, pues “nadie, con el modelo de organización policial actual, podrá resolver el problema”.
Indicó que se requieren de mejores instrumentos jurídicos y mayores recursos para que la Federación, estados y municipios sean más eficientes, tarea en la que “el liderazgo de los legisladores es insustituible”.
“Es una reforma necesaria y urgente. El Ejecutivo está cierto de que los diputados federales resolverán, con el sentido de responsabilidad política que siempre les ha caracterizado, lo que más convenga a México, refirió.
Detalló que para mejorar el servicio de seguridad pública se requiere de la capacitación y profesionalización de los policías que retribuya su esfuerzo de manera justa.
Subrayó que la seguridad pública es una prioridad para el Estado Mexicano, por lo que ha destinado recursos crecientes a su preservación mediante la creación de nuevas normas y esquemas de coordinación institucional, como el Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Apuntó que el narcomenudeo se ha convertido en el nuevo generador de inseguridad, violencia y crecimiento de delitos del orden común, que representa un riesgo, sobre todo, para niños y jóvenes.
“Esta figura delictiva representa un enorme riesgo para toda la sociedad, y en particular para su sector más vulnerable: el de los niños y jóvenes, a quienes se quiere incorporar en el consumo de drogas para ampliar el mercado; sin embargo, tenemos la gran ventaja de que la base de los consumidores es, todavía, relativamente pequeña”, precisó.
SH
|