Palacio Legislativo de San Lázaro, 03 de mayo de 2006 (Notilegis).- Con la nacionalización de la industria energética en Bolivia está en riesgo la seguridad jurídica del hidrocarburo, además se pone en tela de juicio el negocio de la inversión extranjera en pueblo boliviano, consideró el diputado Manuel Ovalle (PAN), presidente de la Comisión de Energía.

“Es una decisión delicada porque puede poner en riesgo la seguridad jurídica del negocio de hidrocarburos, pero también pone en tela de juicio cualquier otro negocio donde exista inversión extranjera en Bolivia y eso puede tener consecuencias bastante negativas en cuanto a que no haya una inversión importante por parte de empresas mundiales en ese país sudamericano”, señaló.

En entrevista después de su participación del seminario “Reforma Energética: Lecciones para el Caso Mexicano” realizado en la Cámara de Diputados, el legislador mencionó que esa decisión, aunque arriesgada, será un ejemplo para los países latinoamericanos, sobre todo para los países que tiene la posibilidad de tomar una decisión que traerá consecuencia económicas.

El interés que México tiene con Bolivia es en términos de proyecto que, a partir de estas nuevas condiciones, tendrá que revalorarse, comentó el diputado Ovalle, quien subrayó que esa decisión no tendrá consecuencias económicas para México.

En contraste, Luis Xavier Grisanti, director general de la Asociación de Hidrocarburos (organización que agrupa a las empresas privadas que tienen que ver con la producción de energía en Venezuela), señaló que es importante destacar, que la cooperación entre el estado Boliviano y las empresas petroleras, es un mecanismo idóneo para alcanzar los acuerdos que satisfagan las expectativas del estado.

Globalmente, tenemos que buscar espacio de encuentro, por una parte, el estado procura maximizar sus recursos y por otra las empresas tienen que tener una rentabilidad razonable, ambas cosas son compatibles, agregó.

Por su parte, el diputado Jesús González Schmal comentó que la decisión del presidente boliviano es alentadora en el sentido de poner un alto y detener el abuso en el que incurren los inversionistas extranjeros.

“Es muy útil la inversión extranjera pero siempre y cuando se armonice con los intereses internos del país”, concluyó el legislador coahuilense.