(Notilegis). La Comisión Permanente del Congreso de la Unión expresó su solidaridad con el pueblo y gobierno de la República de Ucrania al conmemorarse el XX aniversario de la catástrofe nuclear de Chernobyl.

El punto de acuerdo presentado por la presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Adriana González Carrillo (PAN) hace un exhorto al Ejecutivo Federal a efecto de que ante los organismos internacionales de los cuales México sea parte, se invite a la Comunidad Internacional a explorar la inversión y la cooperación para la generación de fuentes de energía alternativa en favor de salvar vidas humanas y proteger el medio ambiente.

El punto de acuerdo, pide también al Ejecutivo Federal continúe desplegando una activa política de promoción internacional del desarme nuclear tanto en los órganos rectores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como en la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y en la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (OTPCE).

La legisladora afirmó que el accidente en la planta nuclear de Chernobyl la madrugada del 26 de abril de 1986, afectó un área con casi 5 millones de habitantes. Las brigadas especializadas enfrentaron la heroica tarea de sofocar los incendios y neutralizar las fugas radiactivas. Al menos 30 de sus integrantes murieron por exposición radiactiva letal. Alrededor de 200 mil evacuados y una lluvia radioactiva extendida por toda Europa fueron también algunos de los saldos de esa fatídica noche.

En un balance de la catástrofe, se estima, que las poblaciones en un radio de 30 kilómetros fueron evacuadas, de las cuales 40 mil eran habitantes de ciudad de Chernobyl.

“Una década y media más tarde la evaluación de víctimas totales por contaminación directa o por consecuencias indirectas de la catástrofe ascendía a 20 mil personas muertas o con un pronóstico fatal debido a las afecciones contraídas debido a la radiación y cerca de 300 mil dañadas por distintos tipos de cáncer”, agregó.

Señaló que a 20 años de la tragedia, gobiernos, instituciones internacionales, científicos y ambientalistas continúan discutiendo sobre las verdaderas consecuencias de la catástrofe sobre la salud humana.

Por su parte, el partido Verde Ecologista de México (PVEM) se opuso al uso de la energía nuclear por los graves riesgos que implican para la salud y medio ambiente, pero sobre todo “porque en nuestro país existen alternativas energéticas”.

Precisó que la explosión provocó el lanzamiento de toneladas de material altamente radioactivo a la atmósfera, “la radiactividad desprendida es equivalente a 200 veces la que se liberó durante los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki en conjunto”, dijo el diputado Jorge Legorreta Ordorica.

Indicó que el gobierno mexicano no debe de contemplar la energía nuclear, cuando aún no se obtiene pleno aprovechamiento del enorme potencial de las energías eólica, solar, hidráulica, geotérmica, de biomasa y oceánica.

Dejó en claro que la catástrofe de Chernobyl todavía se sienten por todo el continente Europeo. “Naciones Unidas calcula que el área contaminada es de 160 mil kilómetros cuadrados, lo que equivale a casi un tercio de la extensión del territorio de España, o más de tres veces el tamaño de un país como Bélgica.

Añadió que el accidente demostró que la energía nuclear es una amenaza que no conoce fronteras, y a que la radiactividad liberada a causa del incidente contaminó lugares situados a miles de kilómetros de la central “siniestrada”.
MB