Palacio Legislativo de San Lázaro a 19 de mayo 2006.- (Notilegis) El Centro de Análisis e Investigación (Fundar) realizó un estudio-cuaderno sobre el cabildeo (lobby) legislativo en el Congreso Mexicano, el cual entregó a la Comisión de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias de la Cámara de Diputados y señala que esta práctica no es transparente, por lo que resulta indispensable reglamentar o legislar para institucionalizar el reconocimiento de la práctica del cabildeo en México, su naturaleza y alcances como actividad profesional.

El análisis de los investigadores del Fundar indica que el problema que se ha suscitado en torno al cabildeo en México está relacionado con que, al no contar el Congreso con mecanismos suficientes abiertos para la concertación de espacios de negociación y un código de ética para los legisladores, la centralización de la toma de decisiones obliga a los grupos de interés a reunirse sólo con interlocutores legislativos clave al interior de los grupos parlamentarios.

Lo anterior, indica el “Cuaderno del Seguimiento Ciudadano al Poder Legislativo en México: El Cabildeo Legislativo en el Congreso Mexicano”, genera una dinámica que excluye no sólo la vigilancia de la ciudadanía, sino también la de los mismos legisladores. No existe ningún tipo de restricción o reglas de conducta para los cabilderos, ni se regula el trato que nuestros representantes pueden conceder a éstos. Asimismo, tampoco hay transparencia en torno del cabildeo en México”.

El estudio, elaborado por los investigadores David Dávila y Lilia Caballero, expone que lobby es un vocablo anglosajón que se define en castellano como “ejercer presión, tratar de convencer, intentar neutralizar, modificar e influir en las decisiones de la autoridad pública”.

En México y otros países de América Latina, la práctica de lobby se traduce como cabildeo. Se usa indistintamente el término de cabildeo para referirse al proceso de negociación con la autoridad pública en el Legislativo, el Legislativo o el cabildo.

Los analistas indican que desde hace algunos años existen ya empresas y firmas de consultoría que realizan cabildeo para empresas o grupos de interés en el Legislativo. “Es común escuchar que el Congreso se encuentra muy influido por grupos de interés privado, que ejercen un peso considerable en la creación de leyes.

“Ese fue el caso cuando en el año 2005 algunas empresas tabacaleras influyeron sobre la legislación tributaria que gravaba el tabaco para el ejercicio fiscal del 2006, así como la discusión de la Ley Federal de Radio y Televisión, que puso de manifiesto el interés de grandes compañías televisivas en la aprobación de dicho ordenamiento”.

rg