Palacio Legislativo, 13-II-2007 (Notilegis).- Durante los últimos seis años, en México fueron asesinados 30 periodistas y cinco más están desaparecidos. Sólo en lo que va del 2007 un comunicador ha muerto y otro más desparecido. Por ello, en una democracia que está tratando de consolidarse es muy peligroso que los ciudadanos permitamos que los periodistas sean acallados.

Aseguró lo anterior el diputado Gerardo Priego Tapia (PAN), presidente de la Comisión Especial para dar Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación, quien insistió en reformar la ley para proteger el secreto profesional de los comunicadores.

En entrevista, platicó que algunos organismos mundiales como Reporteros sin Fronteras, califica a México como el segundo país más peligroso para los periodistas, después de Irak. “Este hecho nos parece brutalmente agresivo porque no es posible que en un país que no está en conflictos bélicos asesinen a periodistas”.

Dijo que si la sociedad permite que se haga silencio en las radiodifusoras, en los periódicos o en las televisoras, “estaremos eliminando uno de los ingredientes básicos de cualquier transición democrática: el derecho a informar y ser informados”.

Por ello, explicó que este órgano legislativo buscará adecuará las leyes a efecto de que haya una mejor capacidad de ejercicio en la libertad de expresión. Además, explicó, se buscará trabajar a la par con organizaciones y gobiernos estatales para defender el derecho a la información y que este principio sea intocable.

Priego Tapia informó que durante esta Legislatura habrá constante intercambio de información con organizaciones de periodistas y de derechos humanos, a fin de estar actualizados en la materia y tratar de influir en el tema de la seguridad para los periodistas.

Reiteró que la Comisión Especial no sólo defiende el tema de la libertad de expresión, sino que atiende el derecho de cualquier ciudadano a recibir información. “Si nosotros permitimos que el periodista ya no pueda decir la verdad en el escrutinio público, nosotros los ciudadanos no tendríamos la información adecuada para influir y presionar a las autoridades que toman las decisiones en el país”.

RRA