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Nota N°. 1309 En vida, Pedro Infante fue lo que plasmó en sus películas; legisladores, familiares y seguidores rinden homenaje en San Lázaro

Palacio Legislativo, 10-IV-2007 (Notilegis).- La Cámara de Diputados rindió un homenaje inédito al ser humano más idolatrado en la historia de nuestro país. A medio siglo de su trágico fallecimiento, Pedro Infante, sigue presente en la memoria de los mexicanos, quienes a través de sus canciones y películas, mantienen vivo su nombre e imagen.

“50 años después de su muerte, sigue siendo igual de popular, igual de querido por el pueblo. El día en que Pedro Infante falleció, nació el mito y murió el ser humano. Dios es muy grande porque nos lo conservó joven, pereció a los 39 años. En vida, Pedro fue lo que plasmó en sus películas”, dijo Sonia Infante, hija del desaparecido actor.

En el vestíbulo principal del Palacio Legislativo de San Lázaro, la Comisión de Cultura, en coordinación con los familiares del actor, montaron 48 fotografías que muestran pasajes de la vida familiar y artística del ídolo mexicano: imágenes de películas al lado de María Félix, Miroslava, Tin-Tán, Pedro Vargas…

“Y una muy especial para la familia: donde mi padre Ángel Infante, mi tío Pepe y Mario Moreno “Cantinflas” llevan el féretro que contenía los restos de Pedro Infante”, explicó Antonio Infante, sobrino de éste.

A juicio de Toño Infante, el carisma fue la base del los éxitos que su tío Pedro cosechó en vida, “el carisma se lo dio mi abuela, doña Refugio Cruz, y sus conocimientos musicales se los dio mi abuelo Delfino Infante; con esa combinación que se hizo hemos concluido que en vez de llamarse Pedro debió llamarse Ángel, porque tenía un angelote tremendo”.

Su nombre e imagen serán preservados mientras el pueblo así lo quiera… “Gracias a él, México tiene cultura, porque siempre conservó su traje de charro e interpretó la música mexicana… La gente muere cuando ya no la recuerdan”, agregó el sobrino de Pedro.

Previo a la inauguración de la muestra fotográfica denominada Pedro Infante: a 50 años de su legado, la diputada Beatriz Pagés Llergo Rebolllar (PRI), secretaria de la Comisión de Cultura, destacó que Infante fue “un auténtico mosaico de expresividad. Con su sonrisa, mirada expresiva, acento norteño y versatilidad, le imprimía vida y color a la pantalla blanco y negro”.

Pedro Infante nació y vivió, dijo, cuando todavía no existían las encuestas para medir la popularidad de un candidato, pero sin duda, muchos políticos quisieran tener, cuando menos, una milésima de la simpatía con la que él contaba.

Su nombre de pila era Pedro Infante Cruz. Hijo de Don Delfino Infante, de profesión músico, y Doña Refugio Cruz de Infante, nació el 18 de Noviembre de 1917, en Guamuchil, Sinaloa.

Su padre fue director de una banda de música y seguramente su inclinación y su aptitud musical nació de esa circunstancia. En su adolescencia fue carpintero. Medía 1.77 m. de estatura y pesaba 71 Kg.

En 1928 obtuvo su primer trabajo como mandadero, más tarde conoció el oficio de carpintero y en 1932, entró a formar parte primeramente de la orquesta La Rabia, luego de la Orquesta de don Luis Ibarra y después fue líder en la Orquesta Estrella de Mazatlán, imponiéndose así su verdadera vocación.

En 1935 contrajo matrimonio con María Luisa León, a quien Pedro le debió el impulso de su carrera, pues él quería viajar a la capital para ingresar al Conservatorio Nacional de Música para convertirse en un gran violinista.

Recién casado, cantó durante tres años en restaurantes, hasta que se presentó en la XEW y consiguió su primer contrato para cantar en la radio. Le pagaban $12.50 por cada programa.

Las primeras grabaciones que realizó fueron los boleros “Guajirita” y “Te estoy queriendo” en el sello de la Víctor y “El durazno” y “Soldado raso” en Peerlees.

Su inclusión al cine fue muy difícil por la torpeza de sus movimientos y su timidez, situaciones muy lógicas en una persona que no había tenido gran roce social. Hasta que con alguna preparación actuó en “La Feria de las Flores”, en el mes de junio de 1942, interpretando canciones de Chucho Monge y Manuel Esperón. La película se estrenó el 16 de enero de 1943 pero no tuvo ningún éxito.

La fama lo alcanzó y con sus interpretaciones en la pantalla chica conquistó a su público. Alternó en el cine al lado de figuras como Jorge Negrete, Luis Aguilar, María Félix, Silvia Pinal, Fernando y Andrés Soler, entre muchos más.

El Ídolo de Guamúchil-- mote por el cual era conocido-- pereció en un accidente aéreo el 15 de abril de 1957, en la ciudad de Mérida, Yucatán.

A medio siglo de su desaparición, para muchos mexicanos Pedro Infante no murió, sino nació a la inmortalidad un ilustre mexicano que representa todo: un gran hombre, un mito, gran artista, hermano, hijo… En vida, Pedro Infante fue lo que plasmó en sus películas.

RRA

 
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