Palacio Legislativo 24-04-2007 (Notilegis). El Papa Juan Pablo II fue una especie de Jesucristo del siglo XX, no por los milagros que se le atribuyen, sino porque encabezó la revolución política más profunda de los últimos tiempos, dijo la diputada Beatriz Pagés Llergo (PRI), secretaria de la Comisión de Cultura.

Durante la presentación del libro “En el nombre del Amor, Juan Pablo II, memoria íntima de un hombre santo”, de la periodista Valentina Alazraky, la legisladora consideró que es una gran aportación a la historia y al periodismo, al revelarse una conversación entre el ex líder sindical polaco, Lech Walesa y Juan Pablo II, en la que se dan detalles de la caída del comunismo en la Europa del Este.

Opinó que Juan Pablo II pudo cambiar al mundo, pero no a la Iglesia, batalla que perdió. “Como un individuo humanista, pero sobre todo como un intelectual honesto sabía que la Iglesia enfrentaba una de las crisis más profundas de toda su historia”, agregó.

“Una de las aportaciones más importantes que hizo el Papa a la humanidad fue derribar el muro de resentimientos que históricamente ha existido entre las dos religiones. El máximo representante de los católicos le pidió perdón al pueblo judío por las omisiones cometidas por la Iglesia durante el holocausto”, finalizó.

En su mensaje, el diputado Jorge Zermeño Infante, presidente de la Mesa Directiva,dijo que a lo largo de su pontificado, Juan Pablo II se ganó el cariño y respeto de creyentes y de los no creyentes.

Fue uno de los grandes líderes que tuvo un papel importante en los cambios sustanciales que se realizaron en el mundo. “Mucho tuvo que ver la participación de un hombre que vivió en Polonia, que se forjó en un ambiente de búsqueda de la libertad y respeto de quienes quieren creer y no creer”.

Al detallar sus experiencias a lo largo de 100 viajes alrededor del mundo con Juan Pablo II y durante 26 años y medio de cubrir las actividades del Vaticano, Valentina Alazraky dijo: “Fue una experienciaprofesional extraordinaria, única e irrepetible”.

Expresó que a pesar de que sus colaboradores pedían al Papa no viajar a México por definirse en esa época un país anticlerical, en su primera visita al país se forjó el lazo que unió a México con el Santo Padre. “Millones de personas pudieron expresar su júbilo, su imaginación, sus gritos. El Papa estaba absolutamente impresionado y enamorado de lo que sus ojos veían”.

Finalmente comentó que el espíritu libertador y pacificador del Papa se vio durante sus funerales, cuando se juntaron jefes de Estado del mundo, amigos y enemigos y líderes de todas las religiones. “Para mí, como profesional, fue una fuente, más que religiosa, política y diplomática”.

Asistieron a la presentación: los diputados María Esperanza Moreno, presidenta de la Comisión de Grupos Vulnerables; Juan Carlos Velasco Pérez, José Ascensión Orihuela Bárcenas, José Jesús Reina García (PRI), Erick López Barriga (PRD), así como el periodista Leonardo Kourchenko (Televisa) y el escritor Juan José González Gallegos.

DJ