Palacio Legislativo 4-V-07 (Notilegis).-En México mueren cuatro mil 500 mujeres al año, es decir una cada dos horas por cáncer cérvicouterino. Sólo el 35 por ciento de las mujeres acude a clínicas para realizarse una prueba y tratarse, del mismo modo nuestro país ocupa el octavo lugar en América Latina de mortandad por esta enfermedad.

Así lo señalaron especialistas durante el “Foro Alianza por la salud de la mujer “Prevención contra el cáncer cérvicouterino y mamario” organizado por el grupo parlamentario de Nueva Alianza. La diputada Mónica Arriola Gordillo anunció que impulsará una iniciativa para que la vacuna del Virus del Papiloma Humano (VPH) sea aplicada de forma gratuita y obligatoria por la Secretaría de Salud.

La legisladora explicó que para lo anterior es necesario reformar los artículos 134 y 144 de la Ley General de Salud, a fin de que SSA y los gobiernos de las entidades federativas emprendan actividades de vigilancia epidemiológica, prevención y control de enfermedades, entre ellas el VPH; de la misma manera se obligará a las clínicas a aplicar la vacuna.

Arriola Gordillo exhortó a todas las mujeres a realizarse las pruebas clínicas necesarias para detectar alteraciones en su cuerpo.

Agregó que no sólo el cáncer cérvicouterino es la principal causa de mortandad femenina en el país; el cáncer de mama, dijo, es otra de las enfermedades peligrosas y quienes la padecen pierden 21 años potenciales de vida, ya que el promedio de existencia de ellas es de 57 años, cuando la esperanza de vida es de 78.

Por su parte, el doctor Renán Grijalva Ramos, director del Centro Veracruzano der Prtevención de Cáncerf en la Mujer "Rigoberta Menchú Tum", señaló que los estados del Sureste, que son los más pobres, presentan un alto índice de cáncer en la matriz; mientras que los del norte y centro ostentan la tasa más elevada de mortalidad por cáncer de mama.

Aproximadamente, agregó, se calculan 4 mil 500 casos de muerte por cáncer cervicouterino cada año y 4 mil 300 de mama. Por ello, hizo un llamado a los legisladores para que autoricen más presupuesto a programas de prevención en los estados más pobres.

A pesar de que existe un programa nacional de detección oportuna aún no se ha logrado impactar, ya que sólo un 35 por ciento de mujeres acuden en tiempo y forma al estudio clínico, puntualizó.

Consideró que los programas de prevención deben ser de política de estadoa fin de que con el cambio de sexenio, éstos no se suspendan, porque representa un problema de salud pública grave, además de afectar a la economía, ya que las mujeres que lo padecen oscilan entre los 40 a 50 años de edad y son económicamente activas.

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