Palacio Legislativo, 12-VI-2007 (Notilegis).- Cerca de tres millones de niños en México, en su mayoría indígenas, laboran en actividades agrícolas, talleres, mercados o incluso son explotados sexualmente, por lo que es necesario una reforma en materia laboral que haga énfasis en delitos como la prostitución o la pornografía infantil en zonas turísticas del país.

Lo anterior lo señaló el Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), por conducto del diputado Xavier López Adame, quien indicó que de acuerdo al estudio Trabajo infantil en México, realizado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), “el 48.3 por ciento de la población menor de edad trabaja en el campo, el 37.9 en comercios y servicios, mientras que el 13.8 realiza actividades en la industria”.

En este sentido, López Adame dijo que es en los denominados “changarros”, con menos de cinco empleados, donde se concentra la mayor cantidad de trabajo infantil, con un 85.5 por ciento.

Además, explicó que en el Distrito Federal se calcula que hay cerca de 15 mil niños que trabajan en las calles y ejemplificó que “la zona de La Merced es una muestra del desprecio por los menores por parte de las autoridades, donde cientos de niños trabajan como diableros o cargadores, mientras que las niñas son explotadas en la prostitución”.

En la Central de Abasto, continuó el legislador, se estima que aproximadamente cinco mil infantes laboran como cargadores, “sin que las autoridades intervengan para frenar la explotación”, lamentó.

Comentó que de acuerdo al INEGI, los estados con mayores tasas de trabajo infantil son Chiapas, Campeche, Puebla, Veracruz, mientras que en el Distrito Federal hay cerca de 15 mil menores laborando en las calles. Las entidades con menores índices de ocupación infantil son: Baja California, Nuevo León, Quintana Roo, Querétaro, Aguascalientes y Chihuahua.

A su vez, el coordinador del Grupo Parlamentario de Convergencia, Alejandro Chanona, indicó que el fenómeno de los niños de la calle deriva de la exclusión social, la cual los convierte en “carne de cañón” para ser explotados por el crimen organizado.

“Los padres de familia, las madres solteras y, en general, el sistema social son incapaces de proveerlos de sus derechos fundamentales como son: vivienda, salud y educación y, al ser excluidos socialmente, se convierten en auténticos esquemas tribales”, expresó.

En ese sentido, calificó como vergonzante que México aparezca en el sótano de la desigualdad mundial en reportes de la ONU. “En México, a pesar de la riqueza que se tiene en recursos naturales y, no obstante, tener a uno de los hombres más ricos del mundo, somos uno de los países más desiguales y que más excluye a los niños y las mujeres”, apuntó.

Chanona Burguete indicó que el tema de fondo es un nuevo pacto social entre los poderes y las fuerzas políticas para no regatear a los ciudadanos las reformas política y fiscal, que permitan la competitividad que requiere el país.

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