Palacio Legislativo, 16-XI-2007. (Notilegis). En breve la fracción parlamentaria del PRD en la Cámara de Diputados presentará al pleno la propuesta de elevar a rango constitucional la laicidad del Estado mexicano con el objetivo de prohibir que la Iglesia católica se inmiscuya en cuestiones políticas y que los servidores públicos no involucren sus creencias personales en las decisiones de gobierno.

Así lo manifestó el legislador del partido del sol azteca, David Sánchez, quien confió en que la mayoría de los diputados de los diferentes partidos, incluidos algunos del Partido Acción Nacional, votarán a favor.

“Hasta lo que yo sé el diputado Diódoro Carrasco está haciendo un cabildeo muy fuerte al interior de su fracción parlamentaria. Seguramente habrá algunos diputados que se opongan, pero confío en la capacidad de convencimiento del diputado Carrasco”, expresó.

Entrevistado al finalizar el foro “La tolerancia dentro del Estado laico” realizado en San Lázaro, Sánchez Camacho indicó que la sanción que propone en esta iniciativa es la destitución inmediata del servidor público que no acate la ley.

“Una de mis propuestas es, una vez que se apruebe esto, la destitución de manera inmediata, porque un gobierno que mete las cuestiones personales no garantiza la libertad de todos, y es un gobierno que seguirá influenciado por un poder religioso”, apuntó.

David Sánchez Camacho añadió que la laicidad del Estado mexicano también garantizará la libertad de que los ministros de culto puedan opinar de algunas cuestiones, “pero no imponer”, pues indicó, hay algunos sacerdotes que quieren imponer y eso “no se debe de permitir”.

Por su parte, la diputada del PRI, Beatriz Pagés, se manifestó a favor de la iniciativa, pues comentó que la laicidad es un régimen político que establece la independencia frente a la influencia religiosa y eclesiástica.

“El Estado laico prescinde de todo credo religioso, no profesa religión alguna y considera que todas las creencias son iguales y poseen idénticos derechos y obligaciones”.

Pagés Llergo puntualizó que la separación Estado-Iglesia permite que las instituciones no sean influidas o contaminadas por los intereses o creencias de religión alguna, y las autoridades e instancias públicas operen sin distingos ni preferencias.

AMGL