Palacio Legislativo 8-X-2008 (Notilegis).- El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos humanos (CNDH), José Luis Soberanes Fernández, se pronunció por una reingeniería en el sistema de seguridad pública mexicana, ya que hasta el momento sólo se hacen cuestiones cosméticas en el país.

Entrevistado al finalizar una reunión que sostuvo con la Comisión de Derechos Humanos, en la Cámara de Diputados, el ombudsman federal afirmó que “se tiene que reestructurar toda la seguridad pública en el país, tiene que haber una reingeniería en el sistema de seguridad mexicano. Mientras nos quedemos en los puros cambios cosméticos y medidas para tomarse la foto, no se va a arreglar la situación”.

Aseveró que mientras no se ataque el problema de la corrupción en los policías federales, estatales y municipales, la ineficiencia de la policía en México seguirá siendo del 99 por ciento, ya que solamente el uno por ciento de los delitos se castiga.

Dijo que “la solución no está en realizar exámenes poligráficos a los elementos policiacos de los tres niveles de gobierno en determinado tiempo, sino es necesario una reestructuración a fondo”.

Explicó que primero se debe hacer es poner un sistema confiable para exigir responsabilidades a los servidores públicos de las procuradurías y de las policías. En segundo lugar, resaltó, se tiene que afinar todo lo que es la inteligencia policiaca, ya que se gasta muchos recursos. “El presupuesto para seguridad pública del año pasado fue más de 30 mil millones de pesos; quién da cuantas de eso”.

Al ser cuestionado por la posibilidad de legalizar la droga en México, José Luis Soberanes subrayó que primero hay que establecer en la leyes hasta qué punto es o no un delito por la posesión de drogas, de lo contrario,se fomentaría es la extorsión por parte de las autoridades.

“Cualquier adicto que tenga en su poder una dosis mínima para consumo personal, la policía lo puede extorsionar y convertirlo en un narcotraficante, yo creo que eso no se vale”, añadió.

Solicitó ser muy claros en el tema, porque “no podemos criminalizar el consumo de drogas, porque el que consume drogas es un enfermo y no lo podemos tratar como delincuente. El gobierno federal tiene que asumir que la drogadicción en México es un problema de seguridad pública”.

AILH