Palacio Legislativo 22-IV-201 (Notilegis).- La fracción parlamentaria del PRI presentó ante el Pleno de la Cámara de Diputados, la iniciativa por la que se expide la Ley de la Banca de Desarrollo, con el propósito de dotarla de mayor autonomía y abrir el acceso de créditos a particulares y empresas que no son sujetos actualmente a este apoyo.

La propuesta la hizo el diputado del PRI, David Penchyna Grub, quien afirmó que “es el primer paso que damos hacia una Reforma Hacendaria integral, convencidos de que es la hora de recuperar la rectoría económica del Estado en términos de impulso a la inversión y creación de empleos”.

Desde la máxima tribuna, dijo que de manera gradual se “ha cercenado el sistema de la Banca de Desarrollo, pues se limita la promoción de importantes proyectos productivos, además de que se maneja con discrecionalidad y carencia de reglas el apoyo a las Pymes”, dijo.

Aseguró que la propuesta viene a llenar el déficit que ha tenido la gestión pública. “Esta iniciativa ve a los ojos de los intereses del pueblo de México, nosotros trabajamos para el pueblo, no para la iniciativa privada ni para la banca privada, que pareciera que en la confusión del Ejecutivo es su principal objetivo”.

Señaló que las instituciones de Banca de Besarrollo que aún operan, tienen una acentuada y creciente debilidad. “Se dejó de financiar proyectos y se convirtieron en evaluadoras de riesgos crediticios y comerciales”; acotó.

Los ejes que pretende impulsar la iniciativa son: “Ampliar su cobertura y profundización a los productores de bajos ingresos. Productos financieros adecuados para el sector rural. Servicios financieros completos (crédito, ahorro, garantías, seguros, servicios tecnológicos) y la bancarización de sectores no atendidos.

Con esta ley se busca fomentar el crecimiento económico y los empleos, mediante la planeación, conducción, coordinación y orientación de la actividad económica nacional.
Así como el impulso de las áreas prioritarias del desarrollo, a través del apoyo a empresas del sector social y privado, sujetándolas a las modalidades que dicte el interés público y al uso, en beneficio general de los recursos productivos.

Por lo anterior, se aduce que la banca de desarrollo debe ser un instrumento activo que fomente las entidades para impulsar la economía, además de ser una palanca del proceso de cambio que contribuya a estimular los proyectos de inversión socialmente rentables, “pero que la banca privada parece no estar interesada en financiar”.

Se explica que la iniciativa es producto de diversas reuniones con funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; directores de los bancos de desarrollo; ex funcionarios de bancos, académicos e investigadores; representantes de la iniciativa privada y representantes sindicales, funcionarios, senadores y diputados.

Se advierte que la banca de desarrollo sólo es un sujeto de rescate, pues ha destinado poco más de 6 mil millones de dólares, equivalentes a 0.7 por ciento del PIB, para ayudar a las grandes industrias.

“Destinó 3 mil 800 millones de dólares para rescatar a empresas como la Comercial Mexicana y Vitro, entre otras”, destaca.

Se requiere, sostiene el proyecto, inyectar recursos a nuestro aparato industrial tradicional para que el sistema económico genere empleos y riqueza, a la vez de impulsar un proceso de innovación en sectores no tradicionales.

Con esta ley se crea el Consejo Nacional de Financiamiento al Desarrollo como instrumento de coordinación y ejecución de la política de financiamiento al desarrollo.
La iniciativa fue turnada a las Comisiones de Hacienda y Crédito Público, y Economía, con opinión de Presupuesto y Cuenta Pública.

JZM